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HUMOR EN SERIE

Risas en lata

El humor se ha vuelto a poner de moda. Al menos, el televisivo. De hecho, el mercado mundial de programas se encuentra inundado de producciones cómicas. En la actualidad, en Estados Unidos, ocho de los 10 primeros programas de máxima audiencia son telecomedias.En España, la situación presenta algunas peculiaridades. Por un lado, nuestro país goza de una considerable tradición de creación humorística. En el mundo audiovisual puede servir como ejemplo la avalancha de comedias que ha inundado nuestra reciente cinematografía. Sin embargo, la producción televisiva no ha conseguido ni de lejos estabilizar la presencia del género.

Los telespectadores españoles nos hemos habituado a reírnos tras el pauloviano estímulo de las carcajadas enlatadas de las series norteamericanas. Incluso hemos aprendido a reírnos en algunos momentos de nuestra televisión. Pero rara vez hemos podido reírnos con ella.

La búsqueda de nuevos shows cómicos ha sido una de las preocupaciones de los responsables de programación de TVE. Los resultados finales han sido, pese a ello, decepcionantes. Recientemente han llegado a la pantalla dos experiencias promovidas por grupos de humor cargados de prestigioprofesional en su carrera sobre los escenarios. Tricicle y La Trinca lo han intentado y a lo más que han llegado es a despertar ligeras sonrisas en la audiencia. En el humor no hay peor síntoma que el de que la relación entre causa y efecto sea descendente, es decir, que se ría más el que cuenta un chiste que el que lo oye. Ésa es la sensación que producen espacios como Tres estrellas o, ahora, Tariro, tariro.

Nadie duda que La Trinca posea talento. Lo ha demostrado en sucesivas oportunidades. Sin embargo, su programa televisivo no funciona. Si dejamos de lado las flojas entrevistas que se incluyen, no se sabe bien con qué necesidad, el resto del espacio naufraga entre una serie de golpes inconexos que provocan una cierta sensación de solitaria estupidez en el espectador que queda con sus labios arqueados y la mandíbula dispuesta a soltar la carcajada que finalmente nunca llega tras una hora de paciente espera.

Telecomedias españolas

Televisión Española prepara en la actualidad algunas telecomedias para paliar el actual vacío existente. En Estados Unidos, la primera comedia televisiva se realizó en el año 1947. Se llamaba. Mary Kay and Johnny. Hace apenas unas semanas, el diario Le Monde se planteaba la situación francesa al respecto al aludir a las diversas experiencias, en la línea de las veteranas producciones norteamericanas. Sobre su calidad, el periódico exponía que había que entender la gran ventaja con que cuentan los norteamericanos en su largo camino recorrido.En España, tras lo visto recientemente, tampoco vamos por mal camino. Hemos comenzado a aprender a imitar el estilo made in USA. Ya sabemos hacer risas enlatadas. Nuestros programas tienen carcajadas tan intensas como las mejores telecomedias que se precien. Podemos disfrutar del sonido de una serie de anónimos y profesionales carcajeantes que ríen sin cesar. Lo que no sabemos es de qué.

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