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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La serie 'Juzgado de guardia' mezcla la realidad y el absurdo

Las telecomedias continúan triunfando en la televisión norteamericana. Una de ellas, Juzgado de guardia (Night Court), llega hoy a nuestra pantalla tras haber permanecido con éxito en antena durante cuatro temporadas. Dentro de la estructura clásica de la telecomedia, la realidad y el absurdo, el humor entre estrafalario y abrupto de Juzgado de guardia -galardonada con el Emmy de este año en uno de los actores favoritos del programa, John Larroquette- se aparta considerablemente del modelo preconizado por Bill Cosby, con quien ha venido compartiendo público y aplausos en la misma cadena -la NBC- y el mismo día de emisión.Juzgado de guardia tiene más relación con MASH o la revolucionaria y popular comedia de Norman Lear All in the family (Bea Arthur, una de las golden girIs, hacía ya estragos aquí con su proverbial acidez y sarcasmo) que con otras telecomedias. Estos dos programas surgidos en los comienzos de los setenta suelen citarse como fuente de inspiración de la telecomedia Barney Miller (1975-1982), en la que fue guionista Reinhold Weege, el productor ejecutivo, guionista y director de Juzgado de guardia (Jay Sandrion, de La hora de Bill Cosby, complementa el reparto de directores).

Juzgado de guardia se emite hoy, a las 22

45, por TVE1.

La ya mítica comedia de Norman Lear, que no por casualidad adaptaba una comedia británica (Till death do us part) y su tradicionalmente más destripado humor, cambió el curso de la telecomedia descalabrando el idílico cuadro familiar popularizado en años anteriores por programas como el The Donna Redd show e introduciendo una realidad mucho menos edulcorada y aséptica. Barney Miller, en cierto modo el equivalente en comedia de Canción triste de Hill Street, bebió en esta fuente -y en la de MASH- a la hora de concebir' los personajes y situaciones del recinto policial de Nueva York que protagonizaban la comedia.

Humor

Reinhold Weege siguió, como guionista y productor, en esta línea de humor (Saint Peter, Park Place, The Erathlings) y recuperó claves de Barney Miller para montar Juzgado de guardia y su semanal destilación de aventuras más o menos grotescas, chocantes y hasta levemente macabras.

Entre la realidad y el absurdo, la extravagante familia laboral del juzgado nocturno de Manhattan, encabezada, con discutida autoridad, por el poco convencional juez Hary Stone (Harry Anderson) y su singular equipo de colaboradores, el gazmoño y atildado fiscal entre ellos (John Larroque tte), protagoniza las situaciones más inesperadas, pero comprensibles en el contexto de la lógica de esta court-romm comedy.

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