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Los policías asesinados investigaban locales de contactos de 'etarras'

Los policías Martín Martínez Velasco y Pedro Antonio Fonte Santo, miembros de la brigada antiterrorista asesinados el sábado en Izurza (Vizcaya), investigaban los locales donde presumiblemente se efectúan contactos entre etarras cuando fueron sorprendidos por el comando que les dio muerte, según fuentes de la lucha antiterrorista. La Brigada de Información de Bilbao venía realizando en las últimas semanas pesquisas relacionadas con la presencia de un comando terrorista en el área de Durango, dentro de la cual se encuentra la localidad de Izurza.

Los policías habían visitado ya en varias ocasiones el bar Ozaeta, donde fueron abatidos a tiros, por lo que se considera probable que hubieran sido detectados en alguna ocasión anterior por los terroristas. Los servicios de información policial sospechaban que este bar, así como otros establecimientos hosteleros de localidades próximas, servía de punto de contacto de militantes o simpatizantes de ETA. Concretamente investigaban la posibilidad de que el teléfono fuera utilizado para realizar o recibir llamadas de terroristas.Izurza es una pequeña localidad de pocos centenares de habitantes, lo que facilita la detección de forasteros. El hecho de que los terroristas no huyesen con un coche preparado, sino en un vehículo robado tras cometer el atentado a uno de los clientes del bar, indica, a juicio de fuentes policiales, que controlaban perfectamente la zona y que habían descubierto la labor investigadora iniciada por los agentes.

El funeral por los dos policías se celebró ayer en Bilbao, con la asistencia entre otros del ministro del Interior, José Luis Corcuera, quien al término de la ceremonia afirmó que la sociedad vasca necesita imperiosamente aislar y enfrentarse a los violentos si no quiere asistir a su ruina moral. Corcuera mostró su esperanza de que "la mayoría del pueblo vasco no olvide mañana, lunes, la indignación que hoy siente por este atentado".

Un millar de personas, por otra parte, se concentró ayer en la localidad guipuzcoana de Ordizia para rendir homenaje a la ex dirigente de ETA María Dolores González Cataráin, Yoyes, asesinada por la misma organización hace un año.

Páginas 16 y 17

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