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España inició el Preolímpico con una cómoda victoria sobre el Reino Unido

España sumó ayer su primera victoria del torneo Preolímpico de baloncesto ante un rival que no fue ni mucho menos la fiera terrible que se había tratado de pintar. Después de ver que los británicos sumaban una canasta en 10 minutos y que España se adelantaba 19-4, todo lo comentado con anterioridad al partido resultó absurdo. Los jugadores reaccionaron en el momento oportuno y el temor a la sorpresa se desvaneció. El segundo partido contra Irlanda debe acabar de serenar hoy a los jugadores españoles, aunque al inquieto Diaz Miguel, correcaminos de la banda, será más difícil de contener.El partido se inició con un arbitraje muy meticuloso que fue cargando a los dos equipos de faltas personales, capítulo en el que se pudo sentir perseguido Antonio Martín. La defensa española, muy presionante, acabó con su rival en los primeros minutos. Gran Bretaña no lograba posiciones de tiro y cuando lanzaba no anotaba, situación antagónica a la fluidez del juego hispano. Los universitarios americanos del equipo británico no actuaron de salida y cuando jugaron ya estaba todo decidido.

Rebote defensivo, al fin

La aparición, por fin, del rebote defensivo español permitió la salida en contraataque. Jiménez y Martínez fueron los encargados de jugar de pivotes en el cinco titular. Jiménez se mostró como el hombre clave entre los altos españoles, no abandonando la pista hasta 8 minutos antes de final cuando recibió un golpe sin mayores consecuencias. Diaz Miguel sorprendió con la colocación en pista desde el inicio de Villacampa y la no utilización en ningún momento de Biriukov.La ventaja fue en aumento en todo instante y después de llegar al descanso con un 51-37, alcanzó su cota máxima poco antes del final con un 95-60. Martínez y Martín, al ser eliminados por faltas, plantearon un problema que no fue grave en este partido pero sí puede serlo en futuros encuentros, y es que deben protegerse mejor de las faltas en arbitrajes tan meticulosos como el de ayer.

El rival de España hoy será Irlanda (21 horas, TVE-2). Se trata de la selección más débil del grupo que perdió ayer en el primer partido del torneo ante Holanda por 67 a 104. Los irlandeses que prepara Danny Fulton no tienen ningún jugador de más de 2 metros y empiezan el partido con un base, Mark Keenan, de 1,68. Sólo el desconcierto que crea su rudimentario juego pone en apuros a sus rivales en los primeros minutos. Su inhabitual presencia en compromisos de este calibre se pone de manifiesto en los momentos clave, en los que solo resuelve el alero Karl Butler. España, salvo catástrofe, debe volver a ganar.

En el otro grupo: RFA, 89; Turquía 82, e Italia, 109; Finlandia, 76.

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