Joho gano una etapa en la que los gregarios del Giro controlaron a Portillo

El suizo Stephan Joho, un corredor que utiliza grandes desarrollos y con cualidades para el sprint, ganó la tercera etapa del Giro gracias a una escapada de cuatro corredores en los últimos kilómetros. Pero mucho antes, casi 180 kilómetros, un esforzado español, Santiago Portillo, del Zahor, intentó la escapada inútilmente, empeñado en romper la perfecta organización del pelotón. Los gregarios rivales lo impidieron. El Giro queda emplazado, a la etapa de hoy, la cuarta, con una contra reloj por equipos que impondrá algunas diferencias.

LUIS GÓMEZ ENVIADO ESPECIAL, El modesto equipo Zahor, y con él Santiago Portillo, intentó ayer empezar a trabajarse una etapa del Giro. Naturalmente, el intento era muy a la española, es decir, con escapada matutina y tempranera. Pero Portillo, que lo intentó hasta dos veces, sólo pudo andar escapado no más allá de un kilómetro. "No es que no te dejen, es que una serie de gregarios trabajan en la cabeza del pelotón para controlar la carrera. Escapas, pero ves que el pelotón sigue detrás de ti. Así es imposible". Echévarri, director del Reynolds, tenía otra visión de la etapa: "La verdad es que te llevan a la meta. Y no está mal. Nos viene bien".El pelotón anduvo ayer "lungo e veloce" (alargado y rápido), hasta que, al final, escaparon corredores capaces de utilizar grandes desarrollos e imponer una velocidad muy alta. Joho, Sorensen, BordonaIi y Bombini escaparon y llegaron con apuros a la meta. Y no hubo más.

Por tanto, el interés se centra en otro tipo de etapa, como la de hoy, cuarta del Giro, dividida en dos sectores, uno en línea de 123 kilómetros, y una contrarreloj por equipos de 40, que sí surtirá efectos en la general. La etapa supone dos novedades: que valen los tiempos reales y que el tiempo del equipo lo determina el cuarto corredor, y no el el quinto o sexto, como hasta ahora.

Esta última circunstancia puede ser importantísima porque favorece a aquellos equipos con varios especialistas y que pueden forzar la máquina sin el peligro de dejar rezagados a tantos compañeros que su esfuerzo no sirva para nada. En otras contrarrelojes, algunos buenos equipos han debido limitar su actuación porque peligraba su sexto corredor, que era el que determinaba la puntuación del conjunto.

Para el Reynolds existe un evidente peligro en esta etapa y un matiz: quizás su referencia no sea tanto el Carrera como el Toshiba. Bernard tiene a su lado a un buen contrarrelojista, como Poisson, además de Madiot y quizás Gaigne. Delgado tendrá que valerse de la regularidad de Dominique Arnaud, o quién sabe si del apellido del finlandés Muuryleinen, del joven Mauri o de su fiel Rodríguez Magro, entre otros; es decir tendrá que fiarse ante que estar confiado. Delgado trata de que sus compañeros crean en él y actúen con moral de combate, pero en el Reynolds existe cierto razonable temor a perder demasiado tiempo. El consuelo descansa en que, al menos en esta etapa, no se conceden bonificaciones.

Clasificaciones

Etapa: 1º. Stephan Joho, 4.35.47 horas. 2º. Emanuele Bombini, mismo tiempo. 3º. Fabio Bordonali, m. t. 4º. Rolf Sorensen, m. t. 5º. Guido Bontempi, a 6 segundos, y, en el mismo tiempo, el gran pelotón.

General: 1º. Bernard, 11.9.36. 2º. Rominger, a 8 s. 3º. Bontempi, a 13 s. 4º. Piasecki, a 16 s. 5º. Breukink, a 28 s. 8º. Visentini, a 29 s. 12º. Saronni, a 36 s. 24º. Delgado, a 48 s.