Cautela en los dos equipos

Aíto García Reneses, entrenador azulgrana, parecía tranquilo tras el encuentro: "El Madrid nos ha superado en el último tirón. Empezamos a tener mal encaminado el partido en la segunda parte. La personal intencionada que se señaló a McDowell fue decisiva, y la actuación de Corbalán nos remató. Pero aún tenemos una pequeña ventaja por jugar en el Palau el último partido".

Todos habían acogido con calma el resultado. Romay definió el ambiente de su vestuario como "de moderado optimismo. Ahora hay que ir a Barcelona a rematar la faena", dijo, mientras Fernando Martín achacaba la reacción de su equipo a la cancha: "Se ha demostrado que el campo vale mucho. Es un factor decisivo, y todavía está a favor del Barcelona".

Biriukov prefirió pensar más en la "ventaja sicológica que supone haber ganado dos veces seguidas" que en el factor ambiental, y Solozábal se mostró igual de prudente: "Hemos arriesgado mucho, y cuando se arriesga se puede perder. Jugar un quinto partido estaba dentro de lo previsible". Pero el más cauto de todos fue Corbalán. Le bastaron dos frases para definir la eliminatoria: "Aún queda el encuentro más difícil. Desde luego, no se puede aventurar nada".