Duras críticas de Ballesteros por la facilidad del recorrido del torneo de España
"No tienen ene pe i". Así de expresivo fue el reproche de Severiano Ballesteros hacia los tres miembros británicos de la Asociación Profesional Europea de Golf (PGA) al término de su tercer recorrido en el torneo de España. Según él, han "destrozado" el campo de Pedreña (Cantabria) al ponerlo tan fácil que jugadores de segundo orden obtienen espléndidos resultados.
Baldomero Ballesteros, hermano de Severiano, comparó al recorrido con "uno para señoras de 60 años". El australiano Wayne Riley, el 113º en la clasificación continental de 1987, quiso darles la razón con sus 61 golpes, nueve bajo par, de ayer. El nuevo líder de la competición es el inglés Mark James, con 194 en total (63, 68 y 63).La indignación seguía a Ballesteros como la sombra al cuerpo. Se le transpiraba. Su tarjeta de 67 -siete birdies y tres bogeys- le hizo sumar 206 y perder su mínima opción al triunfo. Pero su confesada rabia no se derivaba de ello, sino de que los representantes de la PGA en la prueba -los que estipulan las condiciones del escenario jornada a jornada- hubiesen convertido "el gran campo" de -su tierra en uno tan sencillo, puesto a señalar, «como el francés de Biarritz". "No estoy tratando de disculparme. Tampoco quiero faltar al respeto a mis colegas. Pero es que no hay derecho. Me siento desmoralizado por la actuación de los señores de la PGA", comenzó a desahogarse en la sala de Prensa.
Destrozar Pedreña
"No tienen ene pe i', continuó. "Han destrozado Pedreña. Esta vez han adelantado los tees y colocado las banderas en los lugares más accesibles de los greens. Así, es tan fácil que se me antoja irreconocible", expuso. Y cuando se le comentó que esas facilidades que denunciaba serían para todos, incluso para él, replicó: "Yo no estoy jugando bien, eso es cierto. La bola no me rueda como quisiera. Pero mi malestar es por el motivo que he revelado. Insisto en que han destrozado el campo, mi campo". "Lo han hecho todo al revés. Creo que han ignorado a propósito mis opiniones. No me lo merezco. Si el tour europeo es hoy día lo que es, se debe a mí", añadió. Fue entonces cuando, para concluir, insinuó el probable cambio de su programa en 1989, lo que supondría que lo relegase en función del norteamericano: "Me lo estoy pensando. A menudo sólo se aprecia algo si ya no se posee". Al despedirse, suspiró: "En fin, me he quedado a gusto".Seguro que también se quedó a gusto James. Sus 63 -ocho birdies y un bogey- le permitieron desbancar a su compatriota Richard Boxall, quien en esta ocasión apenas logró el par, 70 -un birdie y un bogey-, y hasta se vio igualado por otro paisano, Nick Faldo, que necesitó 62 -un eagle, siete birdies y un bogey-, y aspira a resarcirse del exceso de confianza que le privó de la victoria en el torneo de Barcelona.
José María Olazábal y Miguel Ángel Martín constituyen ahora las bazas españolas. Ambos se han superado de manera paulatina. El vasco, de 71 a 66 y 65, y el andaluz, de 70 a 67 y 65. En cualquier caso, sus 202 totales, ocho más que los de James, se presumen excesivos para enjugarlos en los 18 últimos hoyos. Pero están decididos a intentarlo. José Manuel Carriles, otro golfista criado como caddie en Pedreña, intentó, asimismo, hacerse un excelente regalo de cumpleaños, 25, y lo consiguió: 64 -un eagle y cuatro birdies-. Casi no se lo creía: "Ha sido fantástico".
Clasificación: 1º James (Inglaterra), 194 golpes; 2º Faldo y Boxáll (Inglaterra), 197; 4º Riley (Australia), 199; 5º Brand (Inglaterra), 200; 6º Olazábal, Martín, Brown (Escocia), O'Connor (Irlanda) y Williams (Inglaterra), 202; 11º Carriles, 203; 17º Cabo, 204; 21º Ballesteros, 206.
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