El Rayo del 'míster' y del 'profe'

Por las mañanas suelen entrenarse en Palomeras, en un campo de tierra, con Felines. Por las tardes, una o dos cada semana, se van a la Casa de Campo, a correr con Álvarez del Villar. Los jugadores del Rayo han llegado a la fase final de la Liga con una espléndida condición física, un alto nivel de juego y una posición que permite aspirar al ascenso. El equipo ha pasado de vegetar en Segunda División a soñar de nuevo con glorias pasadas, cuando con Felines como jugador y Álvarez del Villar en su actual puesto, el Rayo fue el matagigantes de Primera.

El Rayo Vallecano ha experimentado un cambio espectacular de la pasada campaña a la actual. Héctor Núñez, anterior técnico, reunió hace ya casi dos años a un grupo de estrellas en declive -Rubén Cano, García Navajas, Cunningham...- y amenazó, antes de empezar la Liga, con "salirse de la clasificación". A punto estuvo de hacerlo en la primera fase del campeonato ... por abajo. Luego, fue precisamente Héctor Núñez quien recomendó como sucesor a Felines, el míster.Con Felines el equipo recuperó su filosofía de siempre: en lugar de jugadores curtidos en Primera División y ya de vuelta de muchas cosas, el Rayo iba a hacerse con futbolistas que despuntaran en categorías inferiores y quisieran ser algo en el fútbol. Había que asegurar además una buena condición física para despuntar en Segunda, aunque eso el Rayo lo tenía fácil: contaba con Carlos Álvarez del Villar, el profe.

La pareja Carlos-Felo, como se la conoce en Vallecas, ha funcionado a plena satisfacción. Julio Cano, uno de los directivos, llega a decir: "Para el Rayo, contar con el profe es un lujo, pero también es un lujo contar con el míster".

Sobre este binomio, Felines dice: "El trabajo físico es fundamental, pero además dedicamos mucha atención a la técnica, hasta el punto de tener todos los balones desgastados... por el uso y porque apenas hay dinero para comprar nuevos".

Por su parte, Carlos Álvarez del Villar sabe perfectamente cuál es su labor: "Yo me limito a poner los jugadores a Felines en condiciones para que si él decide que hay que hacer pressing, jugar al contragolpe o al fuera, de juego, éstos le respondan", indica.

Problemas resueltos

Felines no sólo ha tenido que organizar el equipo y situarlo arriba. Se ha enfrentado ade más con la mili de uno de sus mejores hombres, Javi Rey, que es además el único conductor del cuartel, y por tanto el recluta más solicitado, lo que hace que apenas se entrene; ha sido capaz de meter en cintura a Botella, un buen extremo al que en sus anteriores clubes, Elche y Eldense, no querían ni ver por su indisciplina y malos moda les. Ahora sus ex directivos contemplan su evolución con asombro, aunque Felines toda vía sie queja: "Sigue siendo quien más tarjetas lleva en el equipo, pese a que juega de de lantero". Incluso se ha inventa do un cerebro cuando las lesio nes le han obligado a ello: Capón ha pasado de ser un trotón de medio campo a dirigir al equipo; ahora sabe tocar el balón y parar o acelerar el ritmo en un partido, según convenga.Felines recurre además a planteamientos que sus directivos adoran. No es difícil oírle repetir: "Fuera de casa me conformo con sacar buenos resultados, pero en Vallecas, además, necesito que el equipo juegue bien. Es la única forma de que venga gente al campo, y nosotros vivimos de éso, así que en Vallecas nos jugamos los puntos y el pan".

El entrenador rayista también confiesa: "Entre un extranjero y un jugador de aquí, me quedo con el de aquí, salvo que el de fuera sea mucho mejor. No me interesa promocionar a jugadores que sólo vienen de paso".

Y la moral de hierro de Felines no es sólo un dicho: en las jornadas que restan, el Rayo visita al Lérida y al Oviedo, rivales para la promoción, y al Málaga, el líder. Y recibe al Castilla, tercero en la tabla, al Elche, segundo, y al Burgos. "Pero yo veo al Rayo casi fijo en la promoción, y luego, en un doble enfrentamiento con un equipo de Primera creo que tenemos ventaja, porque nosotros llevamos todo el año ganando partidos y colocados entre los mejores, mientras que un conjunto amenazado por el descenso carga con mucha tensión".