El Barça remontó el partido en el último minuto ante los suplentes del Logroñés
El Barcelona salvó dos puntos en el último cuarto de hora cuando en el Camp Nou se mascaba la tragedia y el Logroñés soñaba con su sexta heroicidad consecutiva. Un hábil extremo llamado Ángel, el mismo que jugó en el Español hace algunas temporadas, había levantado su enjuto cuerpo (1.69 metros) ante las narices del corpulento Zubizarreta (1.87 metros), con dos torres como Roberto y Moratalla de por medio, y puso el 0-1 en el marcador de un certero cabezado a los nueve minutos de la segunda parte. El gol sonó a catástrofe. Quedaba poco más de media hora para batir todos los récords negativos de la historia barcelonista y el público se desahogó abroncando a los directivos que estaban en el palco y a los jugadores que trataban de jugar sobre el césped.Conseguir el empate sonaba entonces a entrar en la gloria. Y como en el cielo sólo están los divos, Bernd Schuster, herido en su amor propio por las continuas broncas que le había dedicado durante casi todo el partido el respetable, fabricó con una buena jugada el 1-1, a falta de 12 minutos para el final, y hasta tuvo tiempo incluso de remontar él mismo el complicado encuentro que planteó el Logroñés cuando quedaban tan sólo 15 segundos de juego.
Pese al apurado triunfo, el Barça volvió a confirmar sus carencias en esta triste Liga que todos quieren ver terminar cuanto antes. Todos. Presidente, directivos, futbolistas y, sobre todo, los pocos y pacientes aficionados que aún acuden al Camp Nou. Los jugadores sólo esperan ya la final de Copa contra la Real Sociedad y desean mantener su dignidad en la Copa de la UEFA.
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