Los socialdemócratas británicos aprueban su fusión con los liberales
El Partido Social Demócrata (SDP) británico aprobó ayer en congreso extraordinario su unión con el Partido Liberal, lo que da vía libre a la formación de una tercera fuerza política de centroizquierda en el Reino Unido. David Owen, cofundador hace siete años del SDP y político carismático, no asistió a las discusiones y reiteró su propósito de seguir su actividad política con el SDP.Tras dos días de intensos debates, salpicados de animosidad y resentimiento, el congreso socialdemócrata aprobó, por 273 votos contra 28, la fusión con los liberales. Owen, que consideraba inútil rechazar una fusión deseada por la mayoría del partido, pidió a sus fieles que no votasen. En total, entre abstenciones y ausencias, los owenistas consiguieron en torno a una tercera parte del total de los que estaban capacitados para votar, lo que permite a Owen seguir con su idea de mantener vivo a un SDP que ahora será la cuarta fuerza política del Reino Unido y, por ello, carente de futuro. Según observadores británicos, lo que pretende dirigir Owen es más un club defans que un partido político.
Robert Mac Lennan, líder del SDP, manifestó a los congresistas que la alternativa a la fusión era la impotencia política, pero Owen, cuya ausencia de las discusiones no hizo sino resaltar su presencia en el ánimo de los reunidos, insistió en los pasillos en que el resultado final le daba motivos para ser optimista. Owen aseguró que un tercio de los militantes le había garantizado su apoyo en el futuro SDP, aunque, según Mac Lennan, ese dato es fruto de la imaginación.
La fusión será ratificada en referéndum el próximo mes por los militantes de ambos grupos, pero las perspectivas del nuevo partido no parecen brillantes en la presente hora. El 22,6% de los sufragios conseguidos en las elecciones de junio por la alianza de ambos partidos, que sólo coparon 22 escaños en una Cámara de 650, ha quedado reducido a un 12% de intención de voto tras una serie de discusiones que han socavado la credibilidad del nuevo grupo. Liberales y socialdemócratas mantienen diferencias sobre la política de defensa nuclear.
