Peñarol y América se jugarán la Copa Libertadores en Chile

Peñarol de Montevideo y América de Cali se jugarán la Copa Libertadores de América en Chile, al haber forzado el equipo uruguayo el partido de desempate tras ganar por 2-1 en Montevideo. El América había vencido en su campo por 2-0, pero no tienen valor las diferencias de goles, sino sólo los triunfos.El América de Cali, ganador de los seis últimos torneos de Liga en su país, finalista de las ediciones 1985 y 1986 de la Copa Libertadores, volvió a demostrar que se trata de una verdadera selección suramericana, en base a tres años de trabajo con los mismos jugadores. En el abarrotado estadio Centenario de Montevideo -70.000 espectadores- se adelantó en el marcador con un precioso gol del paraguayo Roberto Cabañas, que cabeceó impecablemente en el minuto 19 un centro de Battaglia.

En la segunda parte se intensificó el dominio territorial uruguayo. Aguirre empató en el minuto 58, el América resistió los ataques rivales, pero a falta de cuatro minutos Jorge Villar logró forzar el partido de desempate al marcar un espléndido gol al lanzamiento de una falta.

El América ratificó su condición de equipo experimentado, con jugadores de diversas nacionalidades en sus filas, como los argentinos Falcioni y Gareca -un espléndido delantero centro-, el paraguayo Cabañas o el uruguayo Santín. Pese a ello, su entrenador, Gabriel Ochoa-Uribe, volverá a ser criticado a la espera del decisivo choque de Chile. Ochoa es tremendamente resistido por el periodismo de Cafi, que no le quiere pese a los títulos obtenidos para el equipo local. El entrenador ha revelado que una cadena de radio y televis ión colombiana le ofreció instalarle una clínica en Miami para que se vaya a ejercer la medicina a Estados Unidos y no dirija en el futuro a ningún equipo colombiano.

El patrón del América, Miguel Rodríguez, tendrá que esperar a ver cumplido su sueño. Rodríguez ha hecho de obtener este torneo una cuestión personal para que la justicia se olvide de él y su relación con el narcotráfico en Colombia y no investigue las actividades de sus 600 farmacias en toda la zona de Cali; para que la Prensa olvide el episodio del confuso asesinato, en mayo de 1984, del ministro de Justicia Lara Bonilla, quien había denunciado a varios clubes colombianos, entre ellos el América, como financiados con la venta de droga, o para olvidar también el caso que terminó con un banco de su propiedad clausurado en Panamá por orden de la Administración de Reagan.