Un trabajador muere en Vic al caer a un depósito que contenía intestinos de cerdo
Lluís Casellas, de 47 años, falleció ayer en el fondo de un depósito que almacena intestinos de cerdo, prácticamente al límite de su capacidad -60.000 kilos de despojos-, de una empresa de Vic (Barcelona) dedicada a la transformación de tripas en materias grasas. Casellas se introdujo en el depósito para intentar salvar a Antoni Boix Padrós, de 38 años, quien cayó en el pozo cuando realizaba unos trabajos de reforma en el borde del depósito. Otros dos trabajadores, que acudieron a socorrer a sus compañeros tuvieron que ser atendidos en el hospital de Vic. Lluís Casellas se introdujo en el depósito, de unos 30 metros cuadrados y unos ocho de profundidad, cuando su compañero Antoni Boix, que estaba trabajando en el borde del pozo, se mareó, cayó dentro del mismo y comenzó a hundirse entre los intestino de cerdo almacenados. Casellas fue absorbido, en su íntento, por un conducto que comunica con otro depósito de un metro y medio de diámetro y unos dos de profundidad, por donde se envían los despojos a los hornos que los transforman en materias grasas.
Otro trabajador, Jesús Ventura, al ver que sus dos compañeros estaban en el interior del depósito, se ató una cuerda al cuerpo y llegó a tiempo de salvar la vida de Boix. Ventura explicó que si hubiera permanecido "unos segundos más dentro del depósito" habría muerto.