Los socialistas buscan entre sus filas a quién facilitó la presidencia de la Diputación de Zamora a Alianza Popular

El pacto suscrito entre PSOE y CDS para formar un gobierno de progreso en la Diputación Provincial de Zamora, encabezado por el socialista Manuel Riesco, no dio sus frutos porque uno de los votos, procedente según todos los datos de las filas socialistas, facilitó el triunfo de Luis Cid, de AP, anterior presidente de la corporación. AP tiene 12 diputados el PSOE 10 y el CDS 3.El llamado pleno del escándalo tuvo lugar el pasado sábado y desde entonces no han cesado las pesquisas para saber quién fue el traidor. Centristas y socialistas coinciden en que el protagonista fue uno de diputados del PSOE, y casi todas las versiones apuntan hacia José Luis Antorrena, concejal de Toro y único diputado que consiguió su acta pese a la oposición del sector oficial.

Antorrena se fue el martes de vacaciones a Málaga aconsejado por algunos compañeros de partido ante las amenazas e insultos que comenzaban a llegarle desde los propios socialistas toresanos.

A José Luis Antorrena se le acusa veladamente de haber vendido su voto a AP. Testigos presenciales han asegurado que visitó un concesionario de Volvo en Zamora y otro de Renault en Toro acompañado por Casto Lorenzo, alcalde aliancista de Corrales del Vino, ex vicepresidente de la Diputación y hombre al que militantes del PSOE y CDS, han acusado muchas veces de protagonizar corrupciones y sobornos. Antorrena ha rechazado estas imputaciones.

En las filas de AP también se ha rechazado tajantemente la compra del voto. En el PSOE zamorano prefieren hablar de error técnico, aunque sospechan que "la traición fue pagada". La ejecutiva regional socialista, en un comunicado ambiguo, apoya a los 10 diputados del PSOE y a los 3 del CDS que firmaron el pacto de progreso, para evitar tensiones internas y lograr que prospere la moción de censura que PSOE y CDS, presentaron contra Cid horas después del pleno del escándalo.

Riesco, nuevamente candidato, y Luis Rodríguez San León, presidente del CDS de Zarriora y enemigo de Cid, obligaron ante notario a sus diputados a firmar la moción de censura, que se verá en un próximo pleno. Fuentes socialistas han señalado que sólo un diputado -y tácitamente se refieren a Antorrena- se mostró renúso a poner su rúbrica en el documento, pero que acabó firmando.