Orantes lamenta la falta de colaboración de los jugadores

Manuel Orantes, el capitán del equipo español, utilizó la sala de Prensa, inmediatamente después de la primera jornada, como confesionario para sacarse de encima su estado de frustración. Orantes, que llegó al equipo con la ilusión de recuperar el viejo espíritu de la Copa Davis, se encuentra maniatado y sin posibilidades de imponer sus criterios. En el tenis actual, los jugadores son los que mandan, y así ha quedado demostrado cuando Becker ha impuesto a Nikola Pilic como capitán del equipo alemán, o cuando Noah ha renunciado a jugar ante Suecia, o cuando McEnroe provocó la marcha de Arthur Ashe como capitán. Orantes llegó a decir que no contaba con la colaboración de los jugadores: "Estoy atado de pies y manos".Las confesiones de Orantes se produjeron inmediatamente después de que Sergio Casal dijese que había perdido ante Chapacú porque estaba cansado mentalmente. Cuando Casal dejó la sala de Prensa, Orantes se quedó voluntariamente y dijo: "Difícilmente puede creerse que Casal esté cansado mentalmente cuando iba ganando por 6-2 y 5-3. Se podría comprender si el resultado hubiese sido 12- 10 en el primer set, pero estaba teniendo el partido más fácil posible. El problema es que Casal está fisicamente cansado. En condiciones normales, es capaz de ganar a Becker o a cualquiera en pista de tierra, pero ha llegado a Caracas agotado".

Cambio

Orantes reconoció que se había planteado cambiar a Casal: "Lo pensé cuando le vi tan mal fisicamente, pero hay que tener en cuenta de que si estamos en Caracas es gracias a él, porque ganó a Becker. ¿Y quién habría comprendido que lo dejase fuera del equipo? Además, ni Javier Sánchez ni Jordi Arrese tienen tan buenos resultados como para decidirse por ellos. Casal debería haber viajado a Caracas 10 días antes, para prepararse fisicamente. El caso de Emilio Sánchez es distinto, porque él ganó en Burdeos y llegó aquí con la moral muy alta".

El capitán del equipo español reconoció que no tenía capacidad de decisión. "Es dificil programar una eliminatoria cuando los jugadores no quieren cooperar. Para ellos, la Copa Davis es un torneo más, y yo les comprendo en parte. Emilio ganó en Burdeos cinco millones de pesetas y muchos puntos para la clasificación mundial, y estos puntos son más importantes que el dinero. Yo tampoco puedo obligarles a venir antes si la federación es la primera que dice que no puede hacer nada".

Manuel Orantes comentó que sus palabras tenían que contemplarse en el marco de una conversación informal, pero que no quería crear polémicas antes del final de la eliminatoria. En algún momento llegó a insinuar que había pensado en la posibilidad de dimitir si no conseguía una mayor colaboración del equipo.

El estado de ánimo de Orantes puede interpretarse como una frustración por la irrelevancia de su trabajo, cada vez más limitado a la composición del equipo. En el tenis actual, cuando los jugadores tienen sus entrenadores privados y un calendario muy cargado de torneos, la Copa Davis está convirtiéndose en una competición similar a las restantes. Sólo jugadores como McEnroe o Cash conceden una importancia especial a la Copa Davis, mientras que otros, como el propio Casal, se dan cuenta de su personalidad cuando ganan a Becker en un ambiente de euforia desatada.