Treinta millones de déficit

El déficit originado por esta reunión se aproxima a los 30 millones de pesetas, ya que los ingresos fueron escasos: 10 millones por derechos de televisión, vendidos a una agencia publicitaria y 2 por taquilla, a los que hay que añadir 3 de la Expo-92. El coste fue de 50 millones.Las pruebas se desarrollaron con normalidad, pero gracias a soluciones de urgencia a problemas que se detectaron a última hora. Hubo que retirar unos globos publicitarios ubicados en el centro del estadio, en la trayectoria del martillo. Fue necesario lijar la superficie del círculo de lanzamiento, recién instalado, y demasiado liso. La zona de batida del salto del altura hubo de ser cambiada de lugar porque presentaba unos huecos peligrosos.

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Los dorsales presentaron problemas. Tenían dos tiras de publicidad, lo que va en contra de los reglamentos de la Federación Internacional, de Atletismo. Ello es suficiente como para que, de haber habido algún récord mundial, no se hubiese homologado.

Ya comenzada la reunión, falló el sistema de foto-finish. Los cartuchos utilizados para dar la salida no contenían el detonante suficiente como para iniciar la cuenta del tiempo por tal sistema de medición. Luego se subsanó a tiempo para la prueba de los 100 metros.

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