El presidente de la Federación de Fútbol cree que superara el voto de censura

José Luis Roca se siente optimista a la hora de analizar el pleno de la federación de mañana, en el que deberá someterse al voto de censura. Roca insiste en presentarse como víctima de una persecución política, pero cree en la posibilidad de salir adelante tras el pleno. El presidente de la Federación Española de Fútbol no se ha recatado en sus comparecencias públicas en Viena ante los informadores en lanzar duros ataques a Antonio Baró, presidente de la Liga Profesional, y a "la punta de lanza socialista que persigue mi salida de la federación".

Su última conferencia informativa, en Viena, en vísperas del partido que jugó ayer la selección española contra la de Austria, la abrió así Roca: "Puede ser que sea la última vez, que viajo con la selección. Ojalá no, pero puede que el pleno decida algo que yo no deseo", lo que parece indicar, pese al optimismo que pretende reflejar en algunas de sus argumentaciones, que Roca no ve nada clara la situación planteada por la oposición.En un análisis sobre sus posibilidades de salir adelante en el voto de censura, explica: "Según las intenciones de voto que yo he sondeado, tengo motivos para ser optimista, aunque el voto nunca puede conocerse hasta que está realmente depositado en la urna y cuantificado". En este sentido, José Luis Roca llegó a hablar del apoyo total que iba a recibir de la federación catalana, lo que no se ajusta a la realidad.

Roca acusa a la Administración socialista de perseguirlo: "Ahora más que nunca piensa que soy víctima de una campaña política. Tenía esperanzas depositadas en el nuevo secretario de Estado para el Deporte, Gómez Navarro, pero me he sentido defraudado. Al cabo del tiempo me he dado cuenta que viene con la misma consigna que el anterior, la de derribarme". También se queja del trato de la Prensa: "Si hubiera tenido los mismos minutos en radio y televisión y los mismos espacios en la prensa escrita que la oposición mi situación ahora sería seguramente otra".

Sobre los grupos que desean derribarlo a través del voto de censura tampoco fue elogioso: "Son grupos desunidos, que me atacan por distintas razones. Unos por ambición personal, otros porque disponían de cantidades de dinero de la federación de las que ya no disponen, otros porque están en desacuerdo con mi política deportiva, etcétera. En definitiva, no sé trata de un grupo homogéneo que tenga un programa alternativo ni un candidato definido. Si ellos ganan habrá seguramente una gran pelea para votar al sucesor".

División del fútbol

Sobre Antonio Baró, presidente del Español y de la Liga Profesional, de quien se piensa puede ser el más sólido aspirante a sucederle, habla con dureza: "Es un hombre con una enorme ambición que aspira a llegar a la presidencia a través de la división del fútbol". Fue más comprensivo con Hernández Escorial, otro de los aspirantes a sucederle: "Hernández Escorial ya se presentó en las anteriores elecciones, que yo gané. Obtuvo 112 votos. Eso quiere decir que es un hombre que tiene un respaldo y un programa. Yo tengo que respetarlo aunque estemos en desacuerdo".Los ultimos días ha corrido el rumor de que varios presidentes de federación regional estarían dispuestos a paralizar el fútbol, en respuesta a la decisión del secretario de Estado para el Deporte de paralizar las subvenciones a la Federación Española a partir del proximo mes de junio. Esta posibilidad se estudiará en la asamblea de hoy, víspera del pleno, y no ha sido apoyada por el resto de colectivos del fútbol.

Al respecto, el presidente de la federación de fútbol afirma lo siguiente: "Espero que no se llegue a eso. Mi idea es que todas las cosas puedan resolverse con el diálogo, pero comprendo a los presidentes de federación regional, cuyos funcionarios se encuentran ahora mismo ante el temor de no poder cobrar la paga de julio ni la extra de verano por la decisión del secretario de Estado. Y eso produce la lógica inquietud.