Cuevas considera "oficialistas" a las cámaras

Las diferencias surgidas públicamente a propósito del Club Siglo XXI entre José María Cuevas, presidente de la CEOE, y Adrián Piera, presidente del Club, de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid y del Consejo Superior de Cámaras, han sido interpretadas en diversos medios económicos como un nuevo episodio de la vieja rivalidad entre éstas últimas instituciones y la patronal española.Otras fuentes apuntan incluso que Cuevas, con el apoyo de Antonio Hernández Mancha, nuevo líder de Alianza Popular, intenta desplazar a Piera de la dirección de las cámaras, a las que consideran condescendientes con el Gobierno.

Por uno u otro motivo, y aunque los colaboradores de Cuevas insisten que su dimisión como miembro del Club responde a motivos "personales", el presidente de la CEOE, mediante un télex enviado a finales de febrero a todas sus organizaciones, ha puesto en evidencia a Piera ante sus futuros electores como el presidente de un Club donde se permite decir que ETA no practica el terrorismo y que en el País Vasco sólo tienen miedo los empresarios.

La polémica ha estallado poco después de que Adrián Piera revalidara por otros cuatro años su cargo de presidente de la Cámara de Comercio de Madrid y anunciara su candidatura a la reelección al frente del Consejo Superior de Cámaras, donde sustituyó hace algo más de un año a José María Figueras. Las elecciones se celebrarán en los próximos meses.

Los "oficialistas"

José María Cuevas ha tratado repetidas veces de conseguir la vinculación de las cámaras a la CEOE, a las que todavía el pasado 10 de febrero calificaba en Lugo de "oficialistas". Este proyecto de fortalecer la representación de los empresarios unificando su voz ante la Administración nació con la propia patronal, cuando se disolvieron los sindicatos verticales. Durante el franquismo las cámaras habían sido condenadas al ostracismo; no perdieron su status, aunque el Gobierno prefería atender a unas uniones empresariales más vinculadas al Régimen. Después, los líderes de la patronal siempre han visto con recelo el papel independiente respecto a la línea de la CEOE de unas instituciones que surgieron ante la falta de estructuración de sindicatos de empresarios.Las Cámaras de Comercio, Industria y Navegación fueron creadas en como "corporaciones consultivas de la Administración". Las posteriores modificaciones han conservado este papel, que a veces permite a las cámaras una mayor proximidad que a la patronal en las decisiones gubernamentales, sobre todo en lo que afectan a las exportaciones, una de las actuales prioridades que tiene planteada la CEOE.

Las cámaras, por ejemplo, participaran junto a la patronal en el futuro Consejo Asesor de la Exportación. Además, han tenido tanto progonismo como ella en la elaboración del plan de fomento de las exportaciones, ante el cual la posición de las cámaras ha sido más técnica que política.

Esta larga historia de rivalidades de la CEOE respecto de las cámaras, que se ha reproducido especialmente con motivo de la visita a España de mandatarios extranjeros o de operaciones comeciales con apoyo público, tuvo uno de sus momentos más álgidos en abril del pasado año.

Las cámaras habían anunciado seis meses antes que el 8, 9 y 10 de abril celebrarían su séptima asamblea, para la que contaban con la presencia del rey Juan Carlos. La CEOE organizó después para las mismas fechas su asarriblea anual, con gran disgusto de los hombres de las cámaras, que consideraron este hecho como una maniobra de José María Cuevas para erosionar el protagonismo de las cámaras ante la opinión pública.

Precisamente ayer, en pleno fragor de la polémica, la ejecutiva de la CEOE aprobó por unanimidad la candidatura de Cuevas a su segundo mandato como presidente de la patronal española.