El hallazgo de una nave del siglo XVIII modifica las obras del puerto de Cádiz
El hallazgo de una nave del siglo XVIII, sumergida en el fango bajo las aguas de la bahía de Cádiz, está obligando a modificar el plan de las obras de ampliación del puerto gaditano, donde se prevén intensos dragados. El proyecto de expansión del área portuaria está calificado de interés público y tiene un presupuesto inicial de 1.500 millones de pesetas. Desde su inicio se preveía la detección de diversos objetos de interés histórico. Unas prospecciones experimentales en el pecio gaditano han determinado el descubrimiento de los restos del barco, cuyo rescate aporta grandes dificultades t...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El hallazgo de una nave del siglo XVIII, sumergida en el fango bajo las aguas de la bahía de Cádiz, está obligando a modificar el plan de las obras de ampliación del puerto gaditano, donde se prevén intensos dragados. El proyecto de expansión del área portuaria está calificado de interés público y tiene un presupuesto inicial de 1.500 millones de pesetas. Desde su inicio se preveía la detección de diversos objetos de interés histórico. Unas prospecciones experimentales en el pecio gaditano han determinado el descubrimiento de los restos del barco, cuyo rescate aporta grandes dificultades técnicas.
La primera teoría indica que puede tratarse de un buque de la Armada Española que, tras participar en la batalla de Trafalgar (1805), consiguió llegar a la bahía de Cádiz maltrecho, donde se hundió definitivamente. En cualquier caso, la antigüedad exacta del navío no podrá ser determinada hasta la próxima semana, tras el estudio que va a realizar un equipo de submarinistas. Los restos están cubiertos por 12 metros de lodo y las condiciones de trabajo serán penosas, según los especialistas. La destrucción del objeto, que tiene 40 metros de eslora, ha podido evitarse gracias a los estudios y a la guardia permanente que sobre las obras de dragado realizan los técnicos de la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía.
La administración portuaria se ha ofrecido para colaborar en la solución técnica del posible rescate, con el fin de que no se retrasen las obras. En estos momentos se baraja la posibilidad de trasladar el hallazgo a otro punto controlado bajo el agua, ya que sacarlo al exterior es costoso y arriesgado, porque se desconoce si la madera aguantaría el contacto con el aire.