Dos histriones

No cabe la menor duda: los abstrusos laberintos por los que circula la crítica internacional acabarán por reivindicar un día u otro a Sergio Leone como cineasta mayor. No se dice que eso tenga o no justicia de ser, pero se impone cierta lógica: la de haber hecho Leone un cine singular, sin comparación posible con cualquier otro, estéticamente original y cuya culminación es ese sueño hecho ópera cinematográfica llamado Erase una vez en América. Todo, claro, al margen de la calidad intrínseca de su obra.¡Agáchate, maldito! no es la mejor película de Leone, pero tiene su impronta, sus defectos y sus virtudes, que de todo hay en la viña de Sergio. La rodó en 1971 con su faraónica capacidad para la superproducción. En el marco barroco de una revolución mexicana de postín, Leone vuela puentes, colisiona trenes que nada tienen de maqueta y enfrenta ejércitos entre nubes de polvo y aromas de pólvora. Si por el camino pretende, y parece que lo pretende, dar un punto de vista ideológico sobre el tema, poco importa. Quedan dos actores muy histriónicos a los que la desproporción del producto les sienta de maravilla: Rod Steiger (guarro ladrón mexicano, borracho y piltrafa) y James Coburn (dinamitero venido de Irlanda para tirar petardos en el carnaval de Pancho Villa).

¡Agáchate, maldito! se emite hoy por TVE-1 a las 21.45.