Brillante juego de las estrellas norteamericanas del Este y el Oeste

Un partido de estrellas, pero que se jugó como si fuera la final de los play off. El equipo del Oeste de la NBA perdía por 12 puntos cuando faltaban menos de seis minutos, pero empató, 140-140, al del Este con dos tiros libres del panameño Rolando Blackman cuando ya no quedaba tiempo. El Oeste venció al final de la prórroga por 154-149.

C. L. SMITH MUÑIZ, Fue un verdadero clímax para un fin de semana de fiesta. Estos tres días de descanso demostraron, sin duda alguna, que la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) cuenta con el aprecio de la afición norteamericana.Más de tres millones de papeletas fueron rellenadas durante la votación para escoger los quintetos titulares. La entrada en el Seattle Kingdome, el domingo, fue de 34.275 espectadores, la segunda en el historial de los partidos de estrellas. Y por primera vez se televisaron en directo los concursos de mates y de tiros de tres puntos.

Michael Jordan ganó en los mates a pesar de que estuvo a punto de no alcanzar la semífinal. Y Larry Bird se hizo, por segunda vez, con los triples, aunque con poca emoción en las gradas.

No se sabrá hasta dentro de un par de días cuántos millones de televidentes presenciaron el partido por la cadena CBS, pero los que no lo hicieron le perdieron un encuentro memorable, comenzando con el homenaje que se le otorgó a Julius Erving, del Philadelphia 76ers, el famoso Doctor J, quien se retira esta temporada después de 16 años seguidos comó titular en la NBA y la difunta Asociación Americana de Baloncesto (ABA).

Nunca se habían anotado tantos puntos en un partido de estrellas y fue sólo la segunda victoria de la selección del Oeste en los ocho últimos años.

El alero del Seattle Supersonics, Tom Chambers, quien sustituyó en el equipo del Oeste al lesionado Ralph Sampson, del Houston Rockets, anotó 34 puntos y fue el jugador más valioso. El pívot del Washington Bullets, Moses Malone, que le dio al conjunto del Este una ventaja de 140-138 con un rebote cuando faltaban tres segundos del tiempo regular, acabó con 27 puntos y 18 rebotes.

Fue tanto el esfuerzo de los jugadores que el base de los Lakers de Los Ángeles, Magic Johnson, imploró con sus brazos a la hinchada que reconociera con una ovación a los dos equipos. En una ocasión, Erving se subió a hombros de Akeem Olajuwon, del Houston, en un intento de colocar un tapón. Cuando faltaban menos de dos minutos en la prórroga, el pívot de los Lakers Kareem Abdul-Jabbar cogió un rebote y derribó a Malone.

"Fue el mejor partido que he jugado en mi vida", dijo Johnson, quien, a pesar de sus nueve puntos y 13 asistencias, fue una de las muchas estrellas en el firmamento baloricestístico. "Desde el principio hubo bastante tensión. Lo importante hoy era ganar", dijo Malone.

Solamente en los últimos años ha tomado prestigio e importancia el partido de estrellas. Antes, se festejaba a los jugadores el día anterior. En la actualidad, la Liga prepara tres días de actividades e invita a sus estrellas del pasado para un partido entre leyendas el día precedente.

La noche del sábado culminó con una cena de gala en la que se sirvieron mariscos, carne de búfalo y venado. Todo terminó con un concierto ofrecido por el cantante pop Jeffrey Osborne.

"Creo que deberíamos gozar de todo esto", dijo el comisionado (presidente) de la Liga, David Stern. "Todo está lleno de alegría, todo es algo positivo, es casi como una puesta de largo", añadió.