Spriggs y Branson acusan en el Madrid la influencia de los jugadores españoles

ENVIADO ESPECIAL, El Real Madrid rechaza de momento toda medida drástica, como la del cambio de un jugador norteamericano, para resolver la crisis de su equipo de baloncesto, que volvió a ponerse de manifiesto con su rápida eliminación en la Copa del Rey. El club no descartará a Larry Spriggs, pero sí procurará que su estancia en el conjunto sea más cómoda de lo que ha venido siendo hasta ahora. Branson -si bien en menor medida- y él sufren las consecuencias de la influencia que tienen determinados jugadores nacionales en el equipo.

Larry Spriggs se encuentra muy desorientado y no sólo hasta el punto de confundir el Palacio de los Deportes con el estadió Vicente Calderón. Sorprende saber que este jugador opine que ha hablado muy pocas veces con su técnico y que realmente diga que no sabe claramente qué es lo que quieren de él. Larry Spriggs desconocía que se le estaba echando en cara su mala actitud defensiva en el exterior de la zona, cuando se trata de un jugador que se ha ganado su salario en la Liga de la Asociación Norteamericana de Baloncesto (NBA) gracias a sus cualidades defensivas.Spriggs, como todo jugador que llega a Europa procedente de la NBA, viajó con la sensación de que jugaría en el Real Madrid como estrella, hasta que se ha dado cuenta de que en este equipo los jugadores nacionales quieren para sí el monopolio de la fama. En el Real Madrid, como en el Barcelona, los norteamericanos están al servicio de los nacionales y no al revés.

Larry Spriggs ha conocido por fuera los defectos que se le están achacando; entre otros, el de su frivolidad en ciertas acciones ofensivas. Pero no por sus técnicos. Branson, igualmente, ha tenido que hacer constantes esfuerzos para comunicarse con compañeros y técnicos y conocer si su forma de jugar era la adecuada. La diferencia estriba en que, mientras Branson está adaptado a Europa y tiene pocos problemas de idioma, Spriggs sí sufre muchas dificultades. Los jugadores españoles no han olvidado a Robinson, un jugador al que ayudaron a mantenerse en el Madrid durante tres años y que terminó por dejar el club hablando muy mal de todos sus componentes.

Solución a la crisis

La resolución de la crisis depende en gran medida de que todos los jugadores nacionales consigan de nuevo cohesionar al equipo. Hay también un pequeño problema de liderazgo. Corbalán tiene muchas cosas en la cabeza -tiene un tercio de ejecutivo, otro tercio de médico y una tercera parte de jugador-, Iturriaga no pasa de ser la reserva espiritual, Del Corral es el hombre de hierro y Biriukov es el delfin. Y ahora no está en la cancha Fernando Martín, que era el jugador que servía a los demás para demostrar que en el Real Madrid la estrella del equipo es un español y no un norteamericano.