Dirigentes de Alianza Popular exigen unanimidad del comité ejecutivo para apoyar a Herrero o a Osorio
La reunión que hoy celebrará en Madrid el Comité Ejecutivo de Alianza Popular (AP) para buscar una salida a la sucesión de Fraga se presenta tormentosa, a la vista de la disparidad de criterios y la tensión existentes entre los dirigentes aliancistas. La larga reunión celebrada ayer por los dirigentes, entre ellos los vicepresidentes y el secretario general, no pareció bastar para llegar a un acuerdo, mientras numerosos miembros de la Junta Directiva Nacional, que se reunirá mañana, sábado, para conocer los acuerdos del ejecutivo, exigen unanimidad en torno a un nombre para suceder a Fraga.
El presidente de AP en Castilla-La Mancha y diputado Arturo García Tizón, advirtió ayer: "No apoyaremos a Miguel Herrero si no se produce una unanimidad favorable a su persona". Esta posición es compartida por no pocos diputados y responsables provinciales, que se muestran "atónitos" ante la lucha por el poder que se produce "en Madrid" entre Herrero y el también vicepresidente Alfonso Osorio. El primero trata de erigirse en líder de AP, mientras el segundo, que admite que también quisiera suceder "interinamente" a Fraga, señala que el líder definitivo del partido debe surgir de un congreso extraordinario, en febrero.El dirigente del partido en Andalucía, Antonio Hernández Mancha, considerado por muchos como una tercera vía en esta disputa, gracias a su popularidad y a la fuerza de su organización, pidió ayer a sus partidarios que no presionen para incluir su nombre en esta etapa de interinidad, si bien se considera que Hernández Mancha no desdeñará figurar en la lista de candidatos a sucesor cuando se celebre el congreso extraordinario. Parece poco probable que Hernández Mancha apoye incondicionalmente a Herrero o a Osorio en la reunión de hoy, según fuentes próximas al político andaluz. Tampoco el vicepresidente Fernando Suárez se ha inclinado por uno o por otro. Diputados cercanos a Herrero aseguraron que éste cuenta con "apoyo más que suficiente" para sacar adelante hoy su candidatura, mientras otras fuentes señalaron que "ha hecho algunas buenas ofertas" a Osorio," y que éste parecía estarlas considerando".
Ayer, los dirigentes de AP mantuvieron numerosos y largos contactos, en busca de llevar una solución a la reunión del comité ejecutivo, que se celebra esta mañana. También, una delegación de dirigentes aliancistas sé desplazó al domicilio de Fraga, para pedirle, por última vez, que reasuma sus funciones, a lo que el ya casi ex presidente de AP -la Junta directiva nacional aún no ha aceptado su renuncia- se negó una vez más.
La expedición
Fue el presidente en funciones, Gerardo Fernández Albor, quien encabezó la expedición hasta el domicilio de Fraga. Fernández Albor reconoció ayer la imposibilidad de convencer a Fraga para que reconsiderara su decisión de abandonar la dirección. Según mandato de la Junta Directiva Nacional, el presidente en funciones, el secretario general de AP, Alberto Ruiz Gallardón, y los vicepresidentes del partido, se desplazaron a las cinco de la tarde de ayer al domicilio de Fraga para transmitirle el acuerdo de ese órgano de dirección del partido, adoptado el pasado martes, que se resume en la petición de que vuelva a ostentar todos sus cargos. "Su decisión es irrevocable, hoy es un día triste para la democracia", dijo Fernández Albor.A las cinco de la tarde llegaron al domicilio de Fraga Gerardo Fernández Albor y Alberto Ruiz Gallardón. Minutos más tarde lo hacían Alfonso Osorio y Fernando Suárez. El último en llegar fue Miguel Herrero y Rodriguez de Miñón.
Una hora después los políticos aliancistas abandonaron el hogar de Fraga. Fernández Albor y Alberto Ruiz Gallardón se mostraron visíblmente afectados. En ese mismo momento y en presencia de los informadores acordaron reunirse en la sede de AP,"en casa", según expresión de Alfonso Osorio. Fernández Albor, erigido en portavoz, se mostró ambiguo respecto a la decisión que hoy tendrá que adoptar el comité ejecutivo nacional. "Puede salir un candidato a la presidencia o no, o un congreso o no" fueron sus palabras.
El presidente en funciones relató que Fraga había repetido los mismos argumentos que expuso el martes ante la Junta Directiva Nacional. Su convencimiento de que suponía un "obstáculo" para la formación de la mayoría natural y que su única apetencia era la de "servir a la democracia española". Al preguntarle sobre el estado de ánimo de Fraga respondió: "A nadie le gusta esta decisión cuando se es joven y lleno de vitalidad".
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