Roberto Savio

Roberto Savio, periodista y experto en economía internacional, dirige desde 1964 la agencia de noticias International Press Service (IPS), especializada en el Tercer Mundo. Asesor durante los años sesenta del jefe de Gobierno italiano Aldo Moro y autor de varios libros polémicos sobre política internacional, Savio llegó al periodismo con la idea de "modificar la opinión pública", objetivo en el que sigue empeñado.

Este periodista de 52 años, nacido en Roma, posee la doble nacionalidad ítalo-argentina; se casó con una francesa y se educó en el Reino Unido, donde se especializó en economía internacional, que ha resultado ser, junto con el periodismo, la gran vocación de su vida. En 1956 publicó un libro, La ruptura chino-soviética, en el que auguraba, cuatro años antes, el final de las buenas relaciones entre las dos potencias comunistas. El libro causó conmoción en Italia, donde Savio trabajaba como analista de relaciones internacionales para el Gobierno del Quirinal. El entonces secretario general del Partido Comunista Italiano (PCI), Palmiro Togliatti, llegó a afirmar públicamente que Savio estaba loco. Los hechos confirmarían después que era él, y no Togliatti, quien tenía razón. Savio es autor de otros libros polémicos: La caída de Jruschov y El declinar de las sociedades.Entre 1960 y 1962 trabajó como asesor de Aldo Moro, varias veces jefe de Gobierno en Italia que sería asesinado por las Brigadas Rojas. Fue entonces cuando Savio decidió ingresar en las filas del periodismo. "Recuerdo un diálogo muy esclarecedor con Moro", cuenta. "Yo le presenté un informe sobre cómo veía la próxima división del mundo en dos bloques, el Norte y el Sur, y que precisamente esa división iba a caracterizar las relaciones internacionales en los años venideros. Moro mostró su acuerdo, pero objetó que nada podía hacerse ante eso, porque la gente no lo entendería. Antes habría que modificar la opinión pública, me dijo". Esta reflexión le condujo a "modificar la opinión pública" a través del periodismo.

Trabajó primero como editorialista en Il Popolo y después dirigió una serie de programas sobre América latina en la RAI, que le valió en 1973 el Premio Nacional de Periodismo por una serie de programas sobre algunos países del Cono Sur. "Yo sustituí los grandes informes elaborados por los intermediarios de la información y en su lugar puse el micrófono delante de la gente de la calle para que contara cómo vivía y qué pensaba de las cosas que ocurrían en su país". Este método de información directa, ahora habitual en casi todas las televisiones, era entonces una novedad.

Después creó una pequeña agencia de Prensa, a la vez que ocupaba un cargo directivo en la Asociación de Estudiantes Latinoamericanos (ADELA). Savio pidió a los miembros de la ADELA que remitiesen informaciones sobre sus respectivos países a su agencia, y así surgió el germen de lo que después sería la IPS. "Llegaban pésimamente redactadas", afirma, "pero llevaban percepciones y ángulos distintos a las noticias habituales. Nosotros les dábamos forma periodística y los diarios las publicaban". Tras el éxito de esta pequeña agencia, y siguiendo la misma fórmula, pero ampliándola, nació la IPS, una red internacional con oficinas en 70 países.