Jornada tranquila, a la espera de la contra reloj de hoy

ENVIADO ESPECIAL, Los ciclistas que ejercen el control sobre el pelotón no permitieron que se produjeran sorpresas en vísperas de una de las etapas más importantes del Tour, la contra reloj individual de 61,5 kilómetros que se disputa hoy en Nantes. Así, se produjo la primera llegada masiva, en cuyo sprint se impuso el belga Eddy Planckaert, no sin que antes tuviera que ser neutralizada una escapada más, esta vez de 12 corredores, que intentaron, como en todas las etapas anteriores, llegar con ventaja a la meta.

La etapa de ayer resultó una de las más rápidas de cuantas se llevan disputadas -se registró una media de 413,7 kilómetros por hora- y, sin embargo, fue la que menos batalla planteó. Se corrió a tirones porque no se permitían escapadas. Sólo, las de carácter familiar. Ayer fueron Marc Gómez e Yvon Madiot los que se adelantaron para saludar a sus respectivas familias.El control fue absoluto por parte de diversos equipos en la cabeza del pelotón. Planckaert intentó irse, pero fue cazado. Calpestany y Etxabe estaban listos piara coger la rueda de los que se fueran en cuanto surgiera la habitual fuga, pero de nada les sirvió. Etxabe fue el más constante porque del grupo se fue Contini y el español fue el único en perseguirle. A nadie le valió el esfuerzo. Los equipos Système U y Panasonic se encargaron de que ayer fuera la primera etapa de transición en el Tour.

El trabajo realizado por los Panasonic les dio, al final, resultado. Prepararon el sprint a Planckaert, uno de los hombres más rápidos que hay en el ciclisimo actualmente -ganó dos etapas de la Vuelta a España-, y el equipo holandés consiguió así su segundo triunfo en el Tour de este año.

Entre todos los corredores hubo demasiado temor ante la etapa de hoy, lo que facilitó esa primera llegada compacta del pelotón. Son 61,5 kilómetros de contra reloj individual y en ellos tienen que surgir Fignon e Hinault. Todos los españoles dan por bueno no perder más de dos minutos. Aquéllos que aspiran a una buena clasificación en el Tour van a salir a morir porque ya están demasiado lejos de los dos favoritos, y más que lo estarán hoy, para concederles tanta ventaja antela gran montaña que surgirá el martes.

Álvaro Pino dice que habrá que salir a morir, pero su director, Javier Mínguez, le aconseja prudencia "porque la etapa es tan larga que quien salga fuerte no podrá llegar". Marino Lejarreta se conforma, con estar bien, en su línea: "Eso me lo dirá no la diferencia que me saquen Fignon o Hinault, sino las que habitualmente obtienen los que entran junto a mí en las contra reloj". Iñaki Gastón también da por buenos los dos minutos a perder hoy, como casi todos los; españoles. Julián Gorospe, en cambio, es la excepción porque, como especialista en este tipo de pruebas, quiere estar entre los 10 primeros.

Queda Pedro Delgado, a quien se le suelen atragantar las contra reloj. "Chico, es que en ellas no ando ni para atrás", dice. No obstante, ayer manifestó amistosamente a Cabestany: "No sé qué tiempo voy a hacer, pero, desde luego, un minuto menos que tú". Delgado lleva desde la temporada pasada intentando mejorar su forma para las etapas contra reloj. Ya es demasiado tarde como para convertirle en tan siquiera un aceptable especialista. Pero su preparación ha estado encaminada a que los mejores dejen de sacarle un minuto por cada 10 kilómetros. En la Vuelta a España no demostró mejora, pero entonces era demasiado pronto.

Y es que la etapa de hoy es trascendental para muchos. Los mejores españoles se encuentran clasificados entre los dos y los cinco minutos de diferencia con respecto a Fignon e Hinault, que son las referencias válidas porque los mejores de ahora son eventuales. Para algunos corredores que aspiran a situarse junto a ellos perder hoy mucho tiempo sería decir adiós a sus ilusiones porque en la montaña los dos favoritos a ganar tampoco se dejan robar muchos minutos. Delgado, empero, es optimista pese a que hoy pierda un tiempo que, teóricamente, fuera ya irrecuperable "porque la montaña que este año tiene el Tour es durísima. Mucho más que el año pasado. Vamos, que la de hace un año hacía del Tour una Vuelta a España".