La OPEP suspende su conferencia de Ginebra sin adoptar decisiones concretas sobre producción

Tras nueve días de agotadoras deliberaciones, los 13 ministros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidieron ayer suspender su conferencia extraordinaria de Ginebra hasta el próximo día 15 de abril con el fin de "consultar a los Gobiernos respectivos y con otros productores no-OPEP". Los ministros decidieron aplazar la conferencia ante las profundas diferencias surgidas entre varias delegaciones sobre el reparto de los recortes en la producción que cada país debe realizar para alcanzar el proclamado objetivo de "restablecer el precio oficial de 28 dólares". Ayer, los precios libres del crudo cayeron en Londres a 13,20 dólares por barril, casi dos dólares por debajo del cierre del pasado viernes.

La falta de decisión de la OPEP, después de nueve odías de intensas negociaciones, lanzó ayer sefiales confusas a los mercados. La libra esterlina, que sigue las evoluciones del petróleo, abrió en Londres con inusitada fortaleza para luego perder posiciones. El dólar, sin embargo, experimentó aumentos en todas las plazas. En las primeras transaciones, el crudo tarribién apuntó en Londres y Roterdam, pero, al final del día, cerró muy por debajo de las transaciones, del viernes. En Nueva York, la pérdida del crudo de entrega inmediata fue de más de un dólar.El aplazamiento de la conferencia de Ginebra era un hecho anticipado por varias delegaciones desde el pasado viernes, especialmente aquellas que se resistían, una vez acordado en principio un compromiso para reducir la producción global, a recortar sus cuotas particulares (Venezuela, Irán, Irak, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos y Nigeria). A última hora de ayer, Zaki Yamani, ministro de Petróleo de Arabia Saudí, y Mana al Oteiba, de los Emiratos Árabes Unidos, plantearon la necesidad de que cada miembro consultara con su Gobierno la estrategia a seguir.

Ambos productores del golfo Pérsico, junto al emirato de Kuwait y al ministro de Petróleo de Indonesia, el veterano Subroto, habían sido la clave del compromiso alcanzado a lo largo del fin de semana, para tratar de modificar la estrategia de defensa del mercado, adoptada en la última reunión de diciembre pasado, por otra de defensa del precio mediante recortes drásticos en los volúmenes de producción.

Tanto Yamani como Al Kalifa, el kuwaití, argumentaron que sus respectivos Gobiernos estaban dispuestos a modificar su política de ventas siempre que existiera un compromiso claro del resto de los productores para cumplir unos denominados pactos de hierro para restringir la producción. Pero las diferencias surgidas entre Irak e Irán -dos países en guerra desde hace casi seis años- en torno al deseo de cada uno de incrementar su producción, abrieron la puerta a que cada productor expresara su resistencia a reducir su cuota.

En Ginebra se daban interpretaciones dispares en torno a la interpretación del aplazamiento. A la idea del fracaso se contraponía la posibilidad de que la OPEP continúe sus deliberaciones el próximo día 15, en Londres, con el fin de tratar de reanudar su presión sobre los productores del mar del Norte (Reino Unido y Noruega).

Un trader internacional consultado añadía que la OPEP ha opitado por la -táctica de que "todo empeore antes de que todo mejore", en una alusión a la nueva caída experimentada ayer por los precios. "La decisión de continuar la conferencia demuestra que la OPEP no ha abandonado sus propósitos de dar un vuelco al mercado. En caso contrario, no tendría sentido su decisión de reunirse de nuevo", añadía.