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La plantilla de los astilleros de Finlandia deberá ser reducida al 50% en tres años

La crisis que afecta a los astilleros europeos ha llegado también a Finlandia, donde hasta ahora la situación se había mantenido en términos favorables. Según las previsiones de los expertos, en un lapso de tres años el número de trabajadores ocupados en la industria naval, que actualmente es de aproximadamente 14.000, se verá reducido en un 50%.

Entre las causas que explican esta involución se menciona la disminución de las órdenes procedentes de la Unión Soviética, la competencia de los astilleros de Europa occidental que son subsidiados por los respectivos Estados mientras que Finlandia es el único país que no subsidia a esta industria. Un nuevo factor se ha venido a agregar con la competencia de los países del Este, particularmente Yugoslavia y la República Democrática Alemana, que, presionados por la necesidad de divisas, han bajado sustancialmente sus precios. A todo ello se suma la competencia de países como Corea del Sur, Taiwan, Brasil y Japón.Incluso en la línea de los rompehielos, en la que los finlandeses eran casi exclusivos, la competencia se ha hecho sentir. La caída de los precios del petróleo, que afecta considerablemente a la Unión Soviética, ha contribuido a agravar la situación, ya que muchos suministros de aquel país eran pagados con barcos.

Coordinar la producción

Los cuatro mayores astilleros del país -Wartsila, Valmet, RaumaRepola y Hollning- deberán coordinar su producción seleccionando las líneas de fabricación en las que tienen mayores posibilidades de competir intemacionalmente, para evitar una competencia entre sí. Pero, de todos modos, no se descarta que alguno de ellos tenga dificultades para subsistir.En Suecia, por su parte, el Gobierno acaba di decidir el cierre del otrora mundialmente famoso astillero Kockums, en Malmö, al sur del país, ante la imposibilidad de seguir aportando los 400 millones de coronas anuales (unos 8.000 millones de pesetas) que serían necesarios para que la empresa sobreviva. El cierre de Kockums tendrá un elevado coste social, ya que se estima que unas 10.000 personas quedarán sin ocupación. En su lugar, el Gobierno ha hecho un acuerdo preliminar con la empresa Saab Scania para la instalación de una fábrica de automóviles, lo que paliará en cierta medida las consecuencias del cierre del astillero.

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