Juana María González Cavada,

presidenta de la Federación de Amas de Casa y asociaciones de consumidores, ocupó el lunes, durante unos instantes, el puesto del presidente de la República italiana, Francesco Cossiga. En la audiencia que el sucesor de Sandro Pertini ofreció en su despacho del Palacio del Quirinal, a una de las delegaciones de mujeres españolas y portuguesas que visitan los países de la Comunidad Europea, Juana María fue a sentarse justamente en el sillón de Cossiga, que no se diferenciaba de otros colocados en círculo. El primer mandatario le dijo cortés y sonriente: "Señora, si usted quiere ser presidente de la República no tengo nada en contra, pero, en caso contrario, ésta es mi silla". En una jornada de sol radiante, después de unos días de lluvias torrenciales, Cossiga, hombre y latino al fin y al cabo, no pudo evitar un deslizamiento por la vía galante en su variedad más clásica y dijo a las visitantes: "Es difícil saber si han traído ustedes el sol o el sol son ustedes mismas".