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Kasparov ataca a Campomanes y propone la abolición del encuentro de revancha con Karpov

Leontxo García

El soviético Gari Kasparov, de 22 años, nuevo campeón mundial de ajedrez, atacó duramente al presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), el filipino Florencio Campomanes, y propuso la abolición del encuentro de revancha que está obligado a disputar frente al ex campeón Anatoli Karpov, en declaraciones efectuadas el lunes por la noche en Moscú. Kasparov recupera así la agresividad verbal que mantuvo durante el último verano, en clara contradicción con la diplomacia que presidió el domingo su conferencia de prensa como campeón.

"Yo soy ahora el rey del ajedrez, pero quiero democracia", dijo Kasparov a dos periodistas de las agencias Reuter y Associated Press. El nuevo campeón mundial propone la creación de una comisión de grandes maestros, "del Este y del Oeste", para cambiar el reglamento del campeonato mundial. Kasparov sugiere concretamente la abolición del encuentro de revancha que debe jugar en febrero y la celebración del campeonato mundial cada tres años, como ocurría hasta ahora, en lugar de los dos previstos por la nueva reglamentación de la FIDE. Las declaraciones de Kasparov sobre Campomanes fueron particularmente contundentes: "Yo dije en verano que podía ganar a Karpov, pero no podía batir a Campomanes. Ahora pido ayuda a todo el mundo del ajedrez para derrotar al presidente de la FIDE. No necesitamos un dictador".

El día más feliz

Para justificar la contradicción existente entre estas declaraciones y las efectuadas en la conferencia de prensa del domingo, cuando Kasparov manifestó: "Mis relaciones actuales con Campomanes son normales", el joven aserbaiyano alegó: "No quería armar un escándalo en el día más feliz de mi vida".

Según el nuevo campeón, pocos minutos antes de la ceremonia de coronación, que se celebró el domingo, Karpov manifestó su deseo de retrasar varios meses la revancha, en cuyo caso este encuentro coincidiría con la final del próximo ciclo, prevista para finales de año.

Contrariamente a sus declaraciones del pasado verano, Kasparov no atacó en ningún momento a la Federación Soviética de Ajedrez. "A partir de ahora soy un embajador cultural de mi país. Seré un campeón responsable y un digno sucesor de Karpov". Al igual que en días anteriores, Kasparov dedicó grandes elogios a su rival: "Luchó como un héroe en las últimas partidas. Es admirable".

En declaraciones concedidas a EL PAÍS, la madre de Kasparov, Clara Shagenovna Kasparova, no confirmó las declaraciones de su hijo, pero tampoco las desmintió: "Sé que dos periodistas conversaron con Gari y confío en que hayan transcrito bien sus opiniones". Clara Shagenovna manifestó que ella y su hijo están muy cansados, pero dispuestos a afrontar sus próximos viajes: "Primero iremos a Baku, donde nació Gari, para recibir un homenaje solemne de sus paisanos. Después comenzaremos una gira por Europa".

Los dos entrevistadores de Kasparov, David Goodinan y Johnatan Tisdall, dijeron ayer a este corresponsal que el nuevo campeón se mostró "amable, sencillo, simpático e inteligente". La conversación se mantuvo en un tonomuy relajado y sólo se vio interrumpida durante unos instantes para que Kasparov pudiera oír las noticias deportivas del telediario.

Ningún medio soviético se hizo eco ayer de estas declaraciones. Durante la noche anterior, la agencia Tass difundió una crónica sobre el partido de fútbol que Kasparov disputó el lunes con algunos amigos y periodistas soviéticos. Por otra parte, el biógrafo de Karpov, Alexander Roshal, publicó un artículo en el que justifica la derrota de Karpov, "porque el campeón está en baja fórina y no ha mostrado su verdadera fuerza este año. Tendremos motivos para alegrar nos si se celebra un nuevo encuentro entre los dos líderes del ajedrez mundial".

Variadas reacciones

La proclamación de Kasparov como campeón suscitó muy diferentes reacciones en los medios es pecializados. Mientras la Prensa soviética se mostró muy moderada en sus comentarios, algunos expertos occidentales especularon sobre las repercusiones deportivas y políticas de la victoria de Kasparov.

La clausura del encuentro mereció mucha menos atención en la televisión soviética que las incidencias técnicas de algunas partidas, cuyos comentarios, emitidos durante las últimas semanas, llegaron a alcanzar 30 minutos con secutivos de programación.

En general, los periódicos soviéticos se limitaron a ofrecer la foto del nuevo campeón y unos comentarios biográficos o históricos.

Unas relaciones "normales"

Las declaraciones de Kasparov contra Campomanes no son nuevas y el presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) sabe salir al paso diplomáticamente: "Mis relaciones actuales con Kasparov son normales. Al empezar el último encuentro contra Karpov nos saludamos cordialmente. Yo creo que Kasparov no ha dicho todo lo que se le atribuye. Me da la impresión de que alguno de sus conocidos, le está aconsejando mal. Es una lástima, porque Gari es muy joven, una gran persona y un grandísimo valor del ajedrez mundial que no debe estropearse".Pocas federaciones deportivas tienen un presidente casi tan famoso como el campeón mundial. El filipino Florencio Campomanes, de 58 años, maestro internacional de la diplomacia y de la astucia, fue el autor de la polémica cancelación del Campeonato Mundial de Ajedrez entre Karpov y Kasparov. Define el ajedrez como una religión extendida por los 124 países afiliados a su federación.

Antes de sumergirse completamente en el ajedrez, Campomanes era profesor de relaciones públicas. No podía ser de otra manera. Sólo así puede explicarse su dominio de la oratoria y del protocolo. De rasgos asiáticos, pelo blanco, tez oscura y baja estatura, su mirada tiene la potencia de un alfil en diagonal abierta. Busca una segunda intención en la pregunta y calcula la respuesta.

Una de las decisiones más delicadas de su vida fue la cancelación del anterior enfrentamiento Karpov-Kasparov, el pasado mes de febrero. Kasparov dijo entonces: "Yo puedo ganar a Karpov, pero no a Campomanes".

"Cuando tomé aquella difícil decisión pensé que era lo mejor para el ajedrez. Fui muy criticado por la Prensa occidental, que se portó de manera injusta conmigo. Ahora hemos asistido a uno de los encuentros más emocionantes de todos los tiempos, con partidas de gran calidad, que no hubiera existido sin la cancelación del encuentro anterior".

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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