Murió medio centenar de pasajeros.
La conmoción general sufrida en Portugal al conocerse la catástrofe ferroviaria de la noche del miércoles quedó aliviada ayer en parte al conocerse la noticia de que el número total de muertos no sobrepasará probablemente el medio centenar. Los primeros informes llegaron a pronosticar incluso la cifra de 300 víctimas mortales. Los trabajos de rescate continuaban en la tarde de ayer entre los restos calcinados de los dos trenes, que chocaron de frente, a más de 100 kilómetros por hora, entre las estaciones portuguesas de Neldas y Mangualde, a un centenar de kilómetros de la frontera española. Uno de los convoyes transportaba emigrantes que regresaban a sus lugares de trabajo en otros países de Europa tras las vacaciones. Entre los muertos no se encuentra ningún español.
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