Vuelve la calma a Zimbabue tras la violencia de los seguidores de Mugabe

Los barrios negros de la ciudad de Harare, capital de Zimbabue, escenario en los últimos cuatro días de acciones de violencia organizadas por los seguidores del primer ministro, Robert Mugabe, recuperaron ayer la calma tras las advertencias del Gobierno contra los agitadores.Las casas de cientos de simpatizantes y miembros de partidos de la oposición fueron asaltadas y sus propiedades quemadas en las calles por miembros del gubernamental ZANU, a raíz de las elecciones de la pasada semana, que dieron la victoria a Mugabe. Al menos una persona ha muerto. El líder del principal partido de la oposición, Joshua Nkomo, asegura que dos funcionarios de su partido, ZAPU, han sido asesinados.

Los cinco barrios escenario de los disturbios -Mbare, Mufakose, Highfield, Seke y Zengeza- volvieron ayer a la calma, pero sus habitantes seguían aterrorizados ante el temor de que regresen los grupos de jóvenes que les atacaron los días pasados. "Esas bandas han atacado a todo el mundo y tenemos miedo de que vuelvan. Estamos agradecidos al Gobierno por haber actuado a tiempo, de lo contrario muchos de nosotros estaríamos ahora muertos", dijo Douglas Moyo, un seguidor del ZAPU cuya casa fue asaltada.

Los agitadores parecen haber hecho caso a una advertencia del principal consejero del presidente Mugabe en política interior, Maurice Nyagunbo, que en la noche del martes visitó los barrios negros y amenazó a los seguidores del ZANU con represalias si no cesaban los disturbios.

Por su parte, el ministro del Interior, Simbi Mubako, advirtió a los militantes del ZANU que se enfrentarían al Gobierno si desobedecían la orden de detener los ataques contra la oposición. El ministro confirmó que disponía de informes sobre muertos, pero no dio más detalles.El diario Herald, que habitualmente refleja el punto de vista del Gobierno, dijo que la violencia da argurmentos a los enemigos de Zimbabue para desacreditar a la Administración de Mugabe.