Profesionales, políticos e investigadores debatieron el futuro de la televisión en España

La indefinición del Gobierno respecto a los futuros modelos de televisión, la aceptación por todos los sectores del principio de coexistencia entre televisiones públicas y privadas, la perplejidad de algunos dirigentes socialistas que promueven canales autonómicos -como el de Madrid- sin el respaldo definitivo del Gobierno central y la necesidad, en todo caso, de garantizar el pluralismo y un mejor y mayor servicio al público son algunos aspectos que se debatieron en las jornadas La televisión, en España, mañana. Profesionales, políticos e investigadores participaron en este encuentro, que organizaron el Ente Público Radiotelevisión Madrid, la Fundación Pablo Iglesias y el Círculo de Bellas Artes, y que se clausuró el pasado jueves.

Los promotores de televisiones privadas y de nuevos canales autonómicos y quienes defienden una nueva ordenación de las televisiones públicas subrayaron la incertidumbre que rodea el futuro del medio en España, propiciada por la indefinición del Gobierno. Las exposiciones y debates duraron unas 20 horas.Antonio López, socialista, ex director de TVE y presidente de Amper, planteó un nuevo esquema descentralizador. Dijo que la televisión, en épocas anteriores, se ha resistido a adoptar estructuras democráticas. Entre las actuaciones políticas del Gobierno, destacó la promulgación de la ley del tercer canal, aunque se establecen grandes reservas de poder para la televisión central. "El Gobierno" dijo, "no estimula la creación de terceros canales, y la oposición, que apoya la creación de terceros canales autonómicos donde gobiernan partidos propios o afines, discute la misma creación en autonomías en que gobiernan partidos no afines".

López propuso, para la televisión pública, una primera cadena estatal que responda "a los elementos estatales o comunes de las culturas integradoras del Estado"; una segunda, que "podría dedicar parte de su programación a atender las diferencias culturales de las autonomías, manteniendo entre ellas elementos integradores"; un tercer canal de las comunidades autónomas, con la posibilidad de federarse entre sí, y "la atribución de la televisión por cable a sociedades mixtas compuestas por capital municipal y capital de organismos de instalación y explotación".

Rogelio Baón, consejero de administración de RTVE por el Grupo Popular, disertó sobre la crisis del concepto de servicio público de televisión. Calificó el sistema. español de "confuso, ambiguo e híbrido, a medio camino entre lo comercial y el servicio público, el cual a todas luces contradice los postulados ideológicos socialistas". Criticó la "gubernamentalización" y la "manipulación" de TVE y en particular de los espacios informativos, cuya "información política gira caprichosamente en favor de los planteamientos socialistas". "El cambio en RTVE ha sido un auténtico fiasco, un puro señuelo, ayer ilusionante y hoy decepcionante". Juzgó excesiva la televisión pública existente, se mostró partidario de los canales autonómicos en las comunidades con lengua propia y que se otorguen tantas televisiones privadas .como permitan las ondas".

Manipulación

"Con toda cordialidad", contestó Enric Sopena, director de los servicios informativos de TVE, "es falso que existan gubernamentalización y manipulación. Los índices de libertad de expresión en TVE son tan altos como en cualquier medio privado de comunicación. En épocas anteriores sí que existían manipulaciones y monopolios de verdad. Queremos que se diga cuándo y dónde se ha manipulado".La televisión privada fue objeto de dos ponencias, a cargo de Enrique de las Casas y de Elena Vázquez. El primero intervino por Sogetel, del grupo PRISA, sociedad editora de EL PAIS. De las Casas se refirió a los criterios que deben acompañar el nacimiento de las televisiones privadas "sin taras genéticas": una ley que regule la gestión indirecta de la televisión; una legislación que mire al futuro técnico y económico del país y que promueva la industria nacional.

"A nosotros", dijo De las Casas, "nos parece absolutamente normal y necesario que, como consecuencia de esta ley, se consoliden grupos multimedia. Que dentro de un sistema de economía libre de mercado, el que se quieran consolidar grupos multimedia no es fruto de una desmesurada voluntad política de poder, sino más bien una exigencia lícita para poder competir con unos sistemas públicos que pensamos deben subsistir, y cuya competencia se va a plantear en la audiencia, en la posibilidad de poder resistir económicamente".

Pluralismo y concentración

Pluralismo y.concentración, añadió, son conceptos inseparables cuando se trata de un sistema de cobertura nacional. Propugnó que los "gravámenes" que se marquen a la televisión privada sean los mismos que para la pública. La implantación de la televisión privada supondrá para los españoles, dijo, el desarrollo de sus libertades constitucionales; los niveles de pluralismo existentes en la televisión pública no son difíciles de superar por las privadas. Los programas no deben ofender a nadie; la información ha de ser "adulta y verídica"; el lenguaje, "aceptable por una audiencia de masas", y "en el terreno de la ficción, los imperativos creativos deben ser los únicos que dicten el comportamiento de los. personajes"."El sistema de televisión que propiciamos", concluyó, "no es barato, y tiene que ser explotado con habilidad. Hay otros sistemas más baratos, y nos complace decir que se pueden abrir nuevos caminos a sistemas no estrictamente comerciales y que el futuro de este país en la comunicación audiovisual también va a necesitar".

Aspectos jurídicos

Elena Vázquez, consejera de administración de RTVE por el PSOE, dijo que es "un grave peligro regular la televisión privada sin antes despejar las incertidumbres sobre la pública".La regulación de la televisión privada debe "salvaguardar los principios democráticos. Una televisión comercial que funcionase según las leyes de mercado dejaría al margen los intereses sociales". Propugnó que las futuras concesiones tengan "directrices obligatorias para la programación, límites para la publicidad y medidas que eviten la concentración".