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Las importantes ganancias semanales de Wall Street favorecen la realización de beneficios

La Bolsa de Nueva York superó el nivel 1.300 la semana pasada, por segunda vez en su historia, lo que puso en marcha los programas vendedores de las instituciones. Al igual que ya sucedió la ocasión anterior, hace unas semanas, las masivas tomas de beneficios hicieron perder al índice Dow Jones esa fatídica cota 1.300. No obstante, el optimismo de los inversores no se ha visto afectado, como demuestran los excelentes datos técnicos internos del mercado, según Shearson Lehman/American Express.El volumen de contratación, por ejemplo, ha superado los 100 millones de acciones durante los últirnos 25 días, y la relación entre valores que suben y valores que bajan se ha mantenido casi siempre positiva. Por otra parte, la bolsa continúa beneficiándose del optimismo que mantienen los inversores respecto a la marcha de la economía, la inflación y el déficit, así como sobre la política monetaria, ya que, dada la excepcional fortaleza del dólar, probablemente la Reserva Federal decidirá no aplicar medidas restrictivas en materia de créditos.

Además ese optimismo se ve apoyado por las estadísticas publicadas en la semana, que confirman el momento actual de sano crecimiento económico y moderada inflación. Las ventas al por menor aumentaron un 0,7% en enero, mientras que no se modificaba el índice de precios al por mayor.

Los mercados de renta fija, por el contrario, han cotizado a la baja, ante la avalancha de nuevas emisiones del Tesoro norteamericano y el compás de espera ante la reunión mensual del Federal Open Market Committee, que tuvo lugar el lunes y el martes pasados. El Estado subastó un total de 19.000 millones de dólares, y, si bien el papel a corto plazo obtuvo una buena acogida, los títulos a 30 años no consiguieron colocarse con fluidez. Muchos inversores institucionales temen un ligero repunte de los tipos de interés, lo que perjudicaría a los bonos de vencimiento largo. También son muchos los analistas que estiman que la Reserva Federal podría decidir un ligero endurecimiento de su política monetaria.

El dólar, por su parte, ha vuelto a pulverizar todos sus récords anteriores, consiguiendo mejorar posiciones en los tres primeros días de la semana, para acusar después cierto cansancio. La divisa norteamericana alcanzó el lunes la cota 3,2690 frente al marco alemán, que era el nivel más alto de los últimos 13 años, y rompió la barrera 1,10 frente a la libra esterlina. El dólar se situó el miércoles a 3,3009 frente al marco, 2,81 frente al franco suizo y 20,0825 frente al franco francés. La moneda estadounidense, pues, consiguió cotizar en alza durante nueve sesiones consecutivas, por lo que no ha causado sorpresa la leve corrección sufrida el jueves y el viernes.

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