Las mil y una dianas de Wayne Gretzky
Hoy cumple 24 años. Está considerado como uno de los 10 deportistas más completos del mundo. Es dueño y señor de la Liga norteamericana de hockey sobre hielo. Se llama Wayne Gretzky y va camino de convertirse en el hombre récord del hockey mundial. Su punto número 1.000 en goles y asistencias llegó en Navidad y, para celebrar el nuevo año, marcó su gol 400. Dicen que no tiene un físico excepcional, pero juega y golea como ningún otro. Es el rey de un deporte de duros. Hay, incluso, quien opina que tiene poderes extraterrestres.
Con sólo 24 años parece prematuro hablar de retiro. Sin embargo, Wayne Gretzky, este canadiense que se ha convertido en el niño prodigio de la Liga Nacional de Hockey sobre hielo (NHL) norteamericana, con casi la totalidad de las plusmarcas ligueras y una buena porción de la economía canadiense en su haber, se lo ha planteado. "Diría que, como mínimo, estoy en la segunda mitad de mi carrera deportiva", dijo Gretzky después de convertirse en el jugador más joven en la historia del hockey sobre hielo que acumula 1.000 puntos (en el hockey la asistencia vale un punto en la anotación global, igual que un gol). Al anotar sus 1.000 puntos en tan sólo 424 partidos, Gretzky eclipsó el récord de Guy Lafleur de los Montreal Canadiens. El legendario Lafleur necesitó 720 partidos para romper la barrera de los 1.000 puntos, así que Gretzky ha conseguido llegar 296 partidos antes a la marca.Una larga temporada
La temporada de hockey sobre hielo profesional dura desde septiembre, cuando se inician los campamentos de preparación, hasta finales de mayo, con la serie final de la Stanley Cup. Hay, además, para los jugadores como Gretzky, los partidos de la Copa Canadá que se juegan durante la primera quincena de septiembre entre las mejores selecciones del mundo: Canadá, Estados Unidos, Unión Soviética, Checoslovaquia, Suecia y Finlandia. Este torneo, la única competición internacional que permite la alineación de los mejores jugadores profesionales canadienses y estadounidenses, ha adquirido una gran importancia en Canadá. Así que entre la preparación del equipo nacional en agosto y el trabajo físico previo del mes de julio, Gretzky sólo tiene libre junio.
Gretzky, por si fuera poco, también sufre un miedo descomunal a volar. Según los periodistas que viajan con el equipo de los Edimonton Oilers (petroleros), el joven plusmarquista y multimillonario viaja a menudo agachado con la cabeza entre las rodillas, sobre todo cuando el avión atraviesa turbulencias. Su pánico a volar es un detalle bien conocido entre su público masivo en Canadá.
"Pienso que, si no tengo mala suerte con las lesiones, tengo una buena posibilidad de llegar hasta los 1.500 o 1.600 puntos", dijo Gretzky recientemente. "Después", continuó, "ya veremos". La semana pasada, como casi cada vez que se calza los patines, Gretzky conquistó otro de los récord codiciados al marcar su gol número 400. Con esta diana, su gol 44 de la presente temporada, The Great One, el Gran Gretzky se convirtió en el jugador más joven en llegar a los 400 goles. Asimismo, los alcanzó en un récord de 426 partidos. Mike Bossy, de los New York Islanders, necesitó 506 partidos para lograr esa cifra. Casi la única plusmarca, que todavía no posee este malabarista de Edmonton, es el récord de 1.850 puntos totales, establecido por el famoso Gordie Howe, a lo largo de 26 temporadas en la NHL. A su ritmo actual de unos 200 puntos por temporada, a Gretzky tan sólo le quedan unos cuatro años para proclamarse dueño único del récord book.
El hecho de que Gretzky haya hecho los 1.000 puntos en casi 300 partidos menos que Guy Lafleur, un jugador considerado como el mejor del mundo hace siete años, preocupa hondamente al estamento hockeístico. Que Gretzky pueda superar el récord de Gordie Howe en 16 años menos que el mítico jugador, ídolo de tres generaciones de aficionados y, antes de que surgiera Gretzky, universalmente reconocido como un fenómeno sin sucesor, desarbola por completo a los estudiosos del tema.
¿Cómo lo hace? ¿qué hace Gretzky que le coloca en otra dimensión de productividad a pesar de marcajes especiales en cada partido? Aunque toda explicación del fenómeno Gretzky resulte incompleta, recurriendo siempre al tópico de lo natural, sí pueden distinguirse unas pistas.
Pilla-pilla
En un plano práctico o táctico, Gretzky ha sido quizá el mayor pionero del juego detrás de la portería. Su presencia detrás de la meta contraria (hay un par de metros de hielo entre la portería y la barandilla que delimita la pista) obliga al portero a arrimarse al poste y quedarse muy atrás en su área, así que cualquier pase hacia zonas más arriba, delante de la portería, pilla al portero dentro de su meta, convirtiéndolo así, en más vulnerable, puesto que concede un ángulo de tiro más amplio. Con este estilo, la portería se convierte en un obstáculo que Gretzky sabe utilizar como si fuera un compañero de equipo haciendo un bloqueo.
Si un defensa le caza por un lado de la portería, él sale por el lado contrario. Si el otro defensa se acerca para cortarle el camino, Gretzky logra involucrar a dos defensores en su persecución, con lo que algún compañero estará libre de marcaje y en excelente posición de disparo, ya que el portero estará descolocado. Puesto que el 60% de los puntos de Gretzky son asistencias, el uso que él hace de la portería como obstáculo se considera una de las características de su juego.
¿Concentración o brujería?
Gretzky cuenta con una rapidez y una técnica excelentes, pero su habilidad en sí no llega a ser tan extraordinaria como para explicar su exagerada fácilidad en la creación de goles. "Parece extraterrestre o psíquico", ha dicho un adversario de Gretzky.
Michael Murphy, el psicólogo norteamericano, en su libro El lado psíquico del deporte, ha documentado numerosos casos de acontecimientos deportivos que se entienden únicamente a través de explicaciones psíquicas o extrasensoriales. La aplicación de la energía mental puede, demuestra Murphy, controlar una determinada acción o jugada deportiva. (Un enceste de baloncesto parece cambiar de trayectoria durante el mismo vuelo del balón. Un passing shot, aparentemente errante, da en la línea, sorprendentemente). Los casos de psiquismo y de comunicación extrasensorial están bien documentados en la obra de Murphy. ¿Será que Wayne Gretzky sabe manipular los movimientos propios y extraños durante el mismo juego?
Gretzky continua en su línea habitual de modestia. Hasta parece algo incrédulo ante su propio talento, como si fuera algo natural, parecido a la posesión de unas pestañas largas o el tener pecas. "Es la plusmarca", dijo después de llegar a los 1.000 puntos, "que más satisfacción me ha dado. Demuestra", continuó, "que tengo sitio en la Liga".
Por supuesto, chaval. Feliz cumpleaños. Quédate un rato más.
1999
El número 99 que Gretzky ha llevado en su jersei desde su época como júnior coincide con el año que cierra siglo y milenio, 1999, el año en que el contrato millonario del prolífico goleador termina."Yo siempre tuve tanta admiración por Gordie Howe", explica Gretzky, "el 9 más famoso de todos los tiempos, que pedí que me dejaran llevar el 99 en mi equipo juvenil, puesto que el 9 ya tenía dueño. Es una superstición, supongo, pero no concebí jugar sin llevar el 9". Ahora, cuando Gretzky ve a algún chaval luciendo su camiseta número 9 en las gradas de los estadios no puede resistir la tentación de regalarle algo, "no sé, un palo, un puck, algo".
Peter Pocklington, el dueño de los Edinonton Oilers, sorprendió a Gretzky, a su familia entera, y a 13.000 espectadores cuando le propuso un nuevo contrato de 21 millones de dólares (3.675 millones de pesetas) en 1982. El mismo Pocklington había sugerido el nuevo acuerdo puesto que "le quería pagar lo que se merecía".
Cómo si su óptica laboral no fuese ya lo suficientemente original, Pocklington añadió que "escogimos 1999 porque coincidía con el 9".
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