Los clubes facilitaron dos nuevas jornadas de Liga para las quinielas

Antonio Baró, nuevo presidente de la Liga Profesional de fútbol, convocó ayer a sus compañeros de Primera, Segunda y Segunda División B para comunicarles que había facilitado dos días antes al Patronato de Apuestas Mutuas Deportivo Benéficas (PAMDB) dos calendarios más de jornadas de partidos para las quinielas. Pese a no haber contado con ellos, pues el PAMDB comenzó ya el pasado miércoles a imprimir los boletos, recibió su apoyo. El 30 de diciembre el partido más importante será el Barcelona-Real Madrid, saldado el 2 de septiembre, en la jornada inicial de la primera vuelta con el triunfo azulgrana por 0-3 en el Bernabéu.El nuevo presidente informó que la Administración está dispuesta a ayudar económicamente al fútbol, para lo que se puede llegar a un acuerdo antes del próximo 31 y que se ejecutaría en un plazo de 90 días, a partir de esa fecha. Para ello, los clubes adelantarán un balance resumen de sus deudas antes del próximo lunes.

Tras la forzada dimisión de Manuel Vega Arango como presidente de la Liga Profesional y su sustitución por Antonio Baró, éste se entrevistó el pasado martes con el secretario de Estado para el Deporte, Romà Cuyàs. Le pidió que facilitase las dos primeras jornadas del calendario de vuelta de la Liga, imprescindibles al PAMDB para no interrumpir la normalidad de las quinielas. Al día siguiente, el PAMDB dió ordenes a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para que imprimiese los boletos de las quinielas del próximo 30 y 6 de enero con los partidos de la dos primeras jornadas de la segunda vuelta de la Liga de Primera División, los mismos de la ida, cambiados de orden. En la primera, Real Sociedad-Betis, Murcia-Osasuna, Atlético de Madrid-Español, Valencia-Elche, Hércules-Zaragoza, Spórting-Rácing, Valladolid-Athlétic de Bilbao, Sevilla-Málaga y Barcelona-Real Madrid, el choque cumbre. En la segunda, Málaga-Real Sociedad, Betis-Murcia, Osasuna-Atlético de Madrid, Español-Valencia, Elche-Hércules, Zaragoza-Barcelona, Real Madrid-Spórting, Rácing-Valladolid y Athlétic de Bilbao-Sevilla, en la segunda.

Antonio Baró accedió a la petición, con lo que ignoró un acuerdo de asamblea de clubes profesionales. Tanto el nuevo presidente de la Liga Profesional como Romà Cuyàs y los dirigentes del PAMDB se comprometieron a silenciar el acuerdo y solucionaron el problema con la convocatoria de los clubes profesionales, que se celebró ayer para conceder legalidad a un hecho consumado.

El nuevo presidente de la Liga Profesional, al que sólo el representante del Oviedo inquirió si era legal su elección, apenas encontró problemas para convencer a los representantes de los clubes profesionales, aunque aseguró que "no les he prometido nada". Se refería a la Administración. Los presidentes de los clubes no disimularon su optimismo, aunque uno de ellos insistió en que "nos han metido el equipo de promesas en la Liga Profesional".

Ahora, los clubes están dispuestos a facilitar a la Liga, antes del próximo lunes, los datos que les ha pedido: "presupuestos, balances, cuentas de resultados, anexos y memorias correspondientes a las temporadas: 1981-82, 1982-83 y 1983-84, así como el presupuesto de esta temporada; el balance de situación al 30 de octubre pasado, o en su defecto, balance de comprobación de sumas y saldos; relación de acreedores, que comprenda los siguientes datos por acreedor: nombre de la persona o entidad acreedora; cuantía del crédito, concepto por el que se constituyó el crédito; fecha de su constitución y vencimiento y su situación actual. En estos datos deberán incluirse las deudas con Hacienda, Menores y Seguridad Social".

"La Administración sabe y entiende que no tendrán estos balances", aseguró Antonio Baró. "Nos limitaremos a proporcionar un balance resumen. Los clubes son entidades privadas. La Liga Profesional se responsabilizará de la fiabilidad de los datos. La Administración sabrá dónde, cuánto y cuándo adeudan los clubes. El fútbol acude a la Administración en solicitud de lo que en justicia considera que le corresponde: la ayuda económica de las quinielas".