Fuerzas políticas y económicas convencieron a Barre para que no asistiese hoy al congreso reformista
El congreso constituyente del Partido Reformista Democrático (PRD) comienza esta tarde en Madrid con la ausencia de la principal estrella invitada al acto, el dirigente conservador francés Raymond Barre, quien al final se dejó convencer por las presiones de "otras fuerzas políticas y económicas" españolas para que se abstuviese de asistir al congreso. Medios políticos catalanes comentaron ayer, por otra parte, que el presidente de AP, Manuel Fraga, trató de entrevistarse en días pasados con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en un intento de "desmontar" la llamada operación reformista.
Fuentes políticas francesas informaron a EL PAÍS de que Raymond Barre, que había confirmado su asistencia a la inauguración del congreso constituyente del PRD, cambió de idea a última hora, después de que el ex presidente de la CEOE, Carlos Ferrer Salat, y "algún importante banquero español" le convenciesen de que su presencia esta tarde en Madrid contribuiría a "dividir el panorama de las fuerzas no socialistas en España". Por ello, será el socialdemócrata portugués y ex primer ministro del país vecino, Francisco Pinto Balsemáo, el principal invitado extranjero al congreso que hoy comienza, al que también asistirán algunos dirigentes de la Internacional Liberal.Algunos medios reformistas, consultados al respecto por este periódico, quisieron ver "la mano de AP" tras la gestión efectuada cerca de Barre. Esta tesis enlaza con otras informaciones, procedentes de medios aliancistas, catalanes, según las cuales Manuel Fraga solicitó recientemente una entrevista con Jordi Pujol, para llegar a un acuerdo en torno a la operación reformista. Pero, según estos medios, el presidente de la Generalitat expresó al líder de AP la conveniencia de aplazar el encuentro hasta después de la celebración del congreso del PRD. Pujol se entrevistará en breve, probablemente la semana próxima, con el presidente del Centro Democrático y Social y principal competidor del PRD por el espacio político de centro, Adolfo Suárez.
Suárez fue invitado por Miquel Roca para que encabezase la operación reformista, pero el ex presidente del Gobierno ha rehusado, hasta el momento, cualquier posibilidad de pacto entre los dos partidos centristas.
Procedentes de UCD
Ni Suárez ni los dirigentes de los restantes partidos españoles han sido invitados a las sesiones del congreso constituyente del PRD, al que asistirán más de 2.500 delegados -representantes, según aseguran fuentes del PRD, de más de 16.000 militantes- El congreso será inaugurado por Antonio Garrigues, quien será nombrado presidente del naciente partido en el curso de las sesiones de trabajo. El ex concejal de UCD en el Ayuntamiento de Madrid Florentino Pérez, considerado uno de los cerebros de la operación reformista, será secretario general.El comité ejecutivo constará de más de treinta miembros, mayoritariamente procedentes de la extinguida UCD, y estará integrado fundamentalmente por los redactores de las ponencias que eran debatidas en el congreso y por los líderes regionales que integran el partido, como Jerónimo Albertí (Unión Mallorquina), Luis Marín (Andalucía), Juan Antonio Andrés (Aragón), Teresa Mendizábal (Madrid), Juan Antonio Andrés (Aragón), etcétera. El Consejo Político Federal, máximo órgano decisiorio entre congresos, estará integrado por alrededor de doscientos miembros, y se formará después del congreso. En todo caso, la composición de los órganos directivos del nuevo partido no ofrecerá, previsiblemente, ninguna sorpresa, por cuanto no debe haber listas alternativas a la candidatura oficial.
La clausura del acto, el próximo domingo, correrá a cargo de Miquel Roca, portavoz de la Minoría Catalana en el Congreso de los Diputados y secretario general por delegación de Convergència Democrática de Catalunya. La no militancia de Roca en el PRD, que suscitó no poca controversia con otras fuerzas centristas -el Partido de Acción Liberal, de Ignacio Camuñas, se retiró de la operación alegando oficialmente este motivo-, se resolverá cuando, en enero, elcongreso de Convergéncia Democrática de Catalunya apruebe una federación con el PRD y Miquel Roca sea nombrado presidente de la misma.
Mayores problemas presentará el engarce de la Coalición Galega (CG) con el PRD. La CG acudirá hoy al congreso como partido hermano del PRD, pero su vinculación jurídica a este partido quedará probablemente pospuesta hasta después de que se hayan celebrado las elecciones autonómicas en Galicia, en octubre de 1985, lo que hace pensar que mucho dependerá del resultado de estas elecciones. Pero los dirigentes reformistas afrontan la nueva etapa que hoy comienza con optimismo, asegurando que "existe un gran espacio" para el centro -ellos lo cifran en alrededor de cinco millones de votos-, aunque a repartir con el Centro Democrático y Social de Adolfo Suárez.
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