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Luis Vicente Loucerica

tomó una decisión drástica pocos días después de que falleciera su.madre. No tenía ninguna intención de meterse en, líos, caer en la droga o en cualquier vicio poco recomendable. Pero claro, sin el freno o la aprobación de una madre, ¿cómo estar seguros de mantenerse fiel a los principios? ¿Quién le iba a animar a proseguir por el camino trazado o a recriminarle sus posibles despropósitos? En fin, dicho brevemente, Luis Vicente Loucerica sintió un urgente vacío a rellenar, un ansia de nuevos objetivos. Y no lo pensó en exceso. Para evitar desenfrenos, se puso a viajar. Desde entonces ha recorrido a pie la geografía española. Y ha cogido tanto gusto a las pisadas que en breve emprenderá un periplo parecido por Europa.

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