Nakano logró su octavo título consecutivo

Los Mundiales de Ciclismo en pista concluyeron ayer en el velódromo del Valle de Hebrón, de Barcelona, con las pruebas de velocidad, persecución y medio fondo, tras moto profesionales. En velocidad, el japonés Koichi Nakano se proclamó campeón por octava vez consecutiva. El danés Hans Hendrik Oersted fue el mejor en persecución y en el medio fondo el alemán occidental Horst Schutz.

Los cámaras de la televisión japonesa seguían todos sus movimientos. Estaban transmitiendo un espectáculo llamado Koichi Nakano para 39 países. El japonés no defraudó y los más de 3.000 espectadores que llenaban el velódromo barcelonés se quedaron estupefactos ante tan prodigiosa demostración de facultades. Nakano no dio opción a su rival, el italiano Octavio Dazzan (medalla de bronce en 1.983) y se proclamó campeón del mundo por octava vez consecutiva en la especialidad de velocidad. Todo un récord.El danés Hans Hendrik Oersted también asombró a los espectadores. Con su bicicleta, de rueda trasera lenticular carenada, y su casco aerodinámico, demostró ser uno de los hombres más rápidos del mundo sobre la distancia de cinco kilómetros y se proclamó campeón, en la modalidad de persecución, tras ser dos veces subcampeón (1981 y 1982), y también dos veces tercero (1980 y 1983), al vencer en la final al británico Anthony Doyle.

En la final de medio fondo el alemán occidental Schutz, sorprendentemente, se proclamó campeón. El suizo Max Muerzeler fue medalla de plata, tras efectuar una reclamación a los,comisarios, y el belga Stan Tourne logró la de bronce.