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Ajedrez

SmysIov perdió el último tren de la final

Los grandes maestros que están presenciando la partida Kasparov-Smyslov calificaron la elección de la apertura por parte del ex campeón mundial como un último intento de no perder el tren de la competición e intentar prolongar más la lucha. No lo consiguió y el juego terminó de nuevo en tablas, provocadas una vez más por Kasparov, que suma ya siete puntos, contra cuatro su rival, y se sitúa a sólo un punto y medio de vencer en el presente ciclo del Torneo de Candidatos y ser proclamado aspirante oficial al título mundial.Decir que Smyslov ha perdido el tren no es seguramente muy exacto. Ni al venerable maestro moscovita le gustan las prisas, ni este era su torneo. Tal vez mejor sería decir que la undécima partida del encuentro era algo así como el último vapor que llegó a La Habana, en tiempos coloniales.

Último intento

Es en la capital cubana donde se celebró, entre los meses de enero y febrero del año 1889, el Campeonato del Mundo entre el titular Wilheim Steinitz y el aspirante Mijail Chigorín, súbdito del Zar. Este último, de jugar ingenioso y amante de las complicaciones tácticas, ha patentado sobre el tablero un sistema de apertura, que hoy lleva su nombre, basado en las jugadas 1. P4D, P4D / 2. P4AD, C3AD (al que se llegó en la partida que comentamos). La moderna teoría la considera antiposicional y la línea está prácticamente sepultada en el baúl de los recuerdos. Sólo ocasionalmente jugadores como Spasski o Korchnoi la han empleado buscando complicaciones. Curiosamente, en esta ocasión Smyslov también ha recurrido a ella en lo que, como se decía anteriormente, los expertos han querido ver un último intento por anotarse una victoria en este encuentro del que ya se ve próximo su final.Aunque Kasparov no se ha enfrentado nunca en la práctica magistral a esta variante Chigorín del gambito de dama, desarrolló ingeniosamente la apertura hasta con seguir notoria ventaja. La pareja de alfiles, hegemonía central con su infantería de peones y columnas abiertas en los flancos para sus torres le proporcionaron una magnífica posición. Smyslov no se dejó impresionar y jugó sin prejuicios sus bazas. Ganó un peón a costa de que Kasparov pudiera montar un amenazador dispositivo sobre su monarca. En el ambiente se mascaba una miniatura -partida que termina de forma contundente antes de 25 jugadas-, pero no fue así.

Cuando el rey de Smyslov había sido evacuado de su habitáculo, Kasparov, que no encontró una línea ganadora directa, optó por lo más sencillo: sacrificar calidad (24, T5A+, CxT) que le garantizó las tablas por jaque continuo. Estas consisten en que se puede dar jaque al rey de forma permanente.

Blancas: Kasparov

Negras: Smyslov

1. P4D P4D / 2. C3AR C3AD / 3. P4A, A5C / 4. PxP, AxC / 5. PCxA, DxP / 6. P3R, P4R / 7. C3A, A5C / 8. A2D, AxC / 9. PxA, D3D / 10. T1CD, P3CD / 11. P4R, PxPA / 12. P4R, CR2R / 13. D3A, 0-0 / 14. AxP, D6T / 15. A2R, P4A / 16. 0-0, PxP / 17. DxP, DxPA / 18. A3R, D6T/ 19. A3D, D3D / 20. DxP+, R2A / 21. T5C, CxP / 22. D4R, TD1D / 23. AxC, DxA / 24. T5A+, CxT / 25. DxC+, R1C / 26. D5T+, R2A y tablas por jaque perpetuo.

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