Los premios literarios Nadal y Josep Pla, para Salvador García Aguilar y Pau Faner

Las dos novelas premiadas son de tema histórico

Dos novelas históricas obtuvieron anoche dos de los más prestigiosos premios literarios que se conceden anualmente en Barcelona. El premio Nadal para novela castellana, que este año cumplía su 40 edición, fue para el murciano Salvador García Aguilar, por Regocijo en el hombre, que es una narración sobre la Inglaterra del siglo X, al estilo de las novelas históricas actualmente de moda, que permiten una trasposición a la época actual de temas y problemas vitales y filosóficos. El ganador del Nadal era totalmente desconocido en el mundo literario, aunque había publicado algunas narraciones breve...

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Dos novelas históricas obtuvieron anoche dos de los más prestigiosos premios literarios que se conceden anualmente en Barcelona. El premio Nadal para novela castellana, que este año cumplía su 40 edición, fue para el murciano Salvador García Aguilar, por Regocijo en el hombre, que es una narración sobre la Inglaterra del siglo X, al estilo de las novelas históricas actualmente de moda, que permiten una trasposición a la época actual de temas y problemas vitales y filosóficos. El ganador del Nadal era totalmente desconocido en el mundo literario, aunque había publicado algunas narraciones breves en revistas literarias. El premio Nadal está dotado con un millón de pesetas.

La 16 edición del premio Josep Pla, que se concede a una obra en prosa escrita en catalán, fue para el novelista menorquín Pau Faner, por Fins el cel, una narración de escuctura folletinesca, que transcurre entre Menorca y Barcelona desde 1800 hasta 1975. El premio Josep Pla tiene también una dotación de un millón de pesetas.Pau Faneir vive en Ciutadella y publicó su primer libro Contes menorquins (Cuentos menorquines) en 1972. Posteriormente ha publicado L'Arcàngel, novela con la que obtuvo el premio Ciutat de Palma, y Un regneper a mi (Un reino para mí), que le valió el premio Sant Jordi. Posteriormente ha publicado El camp de les tulipes (El campo de los tulipanes), Poiser només la fosca (Quizás sólo la oscuridad) y Amb la mort al darrera (Con la muerte detrás). Su nombre es habitual entre los concursantes a los principales galardones literarios catalanes, y según se comentaba en la velada de anoche, la novela con la que ha obtenido el Josep Pla había sido presentada al premio Sant Joan de 1983 que se convoca en Sabadell.

Junto con estos dos premios, la editorial barcelonesa Destino concedió en su fiesta de ayer por la noche el premio Apel-les Mestres para obras infantiles ilustradas -dotado con 200.000 pesetas- al libro ¡Jo les volia...!, escrito por María Martínez Vendrell e ilustrado por Carme Solé Vendrell. La obra ganadora del premio Apel-les Mestres cuenta la historia de una niña que no quiere que le corten las trenzas. Tanto las ilustraciones de este libro como las de las demás obras candidatas al premio estaban expuestas anoche en uno de los salones del Hotel Ritz de Barcelona, que fue donde se celebró la velada literaria en el curso de la cual se otorgaron los premios. Se da la circunstancia de que las dos ganadoras del Apel-les Mestres eran las únicas que se hallaban presentes en el acto, ya que ni el ganador del Nadal ni el del Josep Pla asistieron.

Reflexión sobre la cultura

El vencedor del Nadal explicó ayer mismo a este periódico, poco después de conocerse el veredicto, que había decidido presentarse al Nadal, y no a otro galardón, "porque fue el primero que saltó a mi vista, precisamente cuando leía su convocatoria en las páginas de EL PAIS". "Agradezco en el alma que me llamen de EL PAIS porque es un diario que leo asiduamente", añadió. Sobre la obra galardonada explicó que "la idea central de la novela es que estamos en un momento de deterioro profundo de la cultura occidental, algo similar a lo que ocurrió cuando la cultura griega fue paulatinamente sustituida por la romana".

La reflexión literaria sobre esta crisis de cultura se realiza "a través de un argumento que se desarrolla en el época anglosajona, siglo X, una parte en Inglaterra y otra en Noruega". "Con Regocijo en el hombre no pretendí hacer una novela histórica -añade, sino que busqué una época histórica para desarrollar mi idea". Sobre gustos literarios, Salvador García Aguilar no quiere entrar en nombres ni detalles -"leo cualquier obra que esté bien escrita"- y se considera un solitario.

La óptica menorquina

Pau Faner ha definido su novela, en declaraciones a este periódico, como "imaginativa con un sustrato realista", en contraste con otras obras suyas "más surrealistas". Sintetiza el argumento de Fins al cel con las siguientes palabras: "Explica la historia de un personaje perseguido por la justicia que funda una familia próspera. Sirve para poner de relieve los acontecimientos históricos, vistos desde Menorca, deformados desde la óptica de la isla".

La circunstancia concreta de la presentación al premio la explica por una simple razón de oportunidad: "Envié esta novela porque la tenía disponible antes de que se cerrara el plazo para concurrir al Josep Pla". Y en cuanto a la situación de la líteratura catalana actual considera que es positiva, a pesar de que reconoce la existencia de una crisis general "en el campo de la narrativa, delarte, etcétera y a ella hay que sumarle el lastre de las dificultades vividas por el paso del franquismo a la democracia".

En cuanto a preferencias literarias, Faner asegura que le gustan "los autores que hacen literatura imaginativa, como los clásicos ingleses Jonathan Swift o Robert Louis Stevenson, latinoamericanos como García Márquez y catalanes como Pere Calders o Joan Perucho, aunque no soy partidario de dar nombres".

Las obras que quedaron finalistas tras la quinta votación de los jurados fueron La subversión de Betti García, de José Avelló Flórez, segunda clasificada en el premio Nadal; Les paraules i els díes, de Jordi Llovet i Pomar, profesor de Estética de la Universidad de Barcelona y crítico literario, finalista del Josep Pla y Papa, ¿Por qué?, de Ezequiel López García, que resultó derrotada por ¡Jo les volía ... ! en la quinta votación del Apel-les Mestres.

El jurado que concedió el premio Nadal estaba compuesto por Josep Vergés, Juan Ramón Masoliver, Lorenzo Gomis, Francisco García Pavón y Antonio Vilanova. El jurado del premio Josep Pla lo formaban Josep María Castellet, Joaquim Molas, Joan Perucho, Pere Gimferrer y Joan Teixidor. Los miembros del jurado que otorgó el Apel-les Mestres eran Mercè Llimona, Ana María Matute, Cesc, Daniel Giralt-Miracle y Andreu Teixidor.

La velada literaria en el Ritz, durante la cual se otorgaron los premios, transcurrió con gran animación y asistieron a ella unas 600 personas, entre ellas el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall y el escritor Camilo José Cela, que estaba con las dos personalidades citadas en la mesa presidencial.

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