Manolo Vázquez
fue sacado por la fuerza de un banquete homenaje por su médico de cabecera, que desde la brillantísima despedida del torero ha comprobado con preocupación cómo la úlcera de duodeno de su paciente crecía de forma alarmante. Las continuas invitaciones a homenajes son sólo una de las consecuencias del éxito del torero en su última corrida. La otra es la sucesión de nuevas ofertas para seguir. El brujo de San Bernardo ha recibido en el último mes las mejores ofertas de su carrera, pero las ha rechazado todas. "Seguir sería jugar con fuego", comenta.
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