Antonio Ordóñez

Ha podido casarse ya, en segundas nupcias, con Pilar Lezcano, funcionaria madrileña con la que empezó a salir a principios del verano pasado. Algunas informaciones afirman que el torero rondeño contrajo matrimonio hace varios días en Marbella, en absoluto secreto, pero ayer no pudieron confirmar este extremo en ninguna de las iglesias de la localidad malagueña. Su hija Belén y su hermano Pepe manifestaron desconocer que se hubiera celebrado el enlace, y lo mismo dijeron en la casa del diestro, en Sevilla. Lo cierto es que Antonio y Pilar no han dado señales de vida en los últimos días y, si bien familiares y amigos han dicho que no les extrañaría que se hubieran casado en secreto, añaden que les parece un poco raro que, varios días después, no lo hubieran comunícado. El cura Luis Lezama, conocido protector de maletitlas y dueño de dos restaurantes en Madrid, ha desinentido haber oficiado la ceremonia. El regalo de pedida de Ordóñez a Pilar fue una gran esmeralda rodeada de brillantes, valorada en un millón de pesetas. Antonio Ordófiez contrajo su primer matrimonio, el 9 de octubre de 1953, con Pilar González, con la que tuvo dos hijas, Carmen y Belén. Su esposa murió en agosto de 1982, a los 54 años, víctima de un cáncer de mama. El torero se retiró de los ruedos cuando cumplió 39 años, en agosto de 1971, y reapareció diez años después. Su vuelta se caracterizó por la mala fortuna. Un novillo le pisoteó durante los entrenamientos, en la plaza de toros de Estepona, y le produjo graves daños en el fémur izquierdo. Sometido a una operación de trasplante, el torero no se ha recuperado todavía de una leve cojera.