Inmerecido empate español en París
ENVIADO ESPECIALLa selección obtuvo un inmerecido empate anoche en París frente a Francia, que dejó en evidencia el fracaso táctico español, pero que no acertó a concretar sus claras ocasiones de gol y su mejor juego. La vieja frase de que el fútbol no tiene lógica volvió a cumplirse una vez más. En un partido bonito, muy movido para lo que suele darse en estos tiempos, España aprovechó al final uno de sus contados contraataques, tras pasar agobios sin número, y forzó el penalti de la igualada. El autor, precisamente, fue Señor, el cerebro que le faltó ayer a la selección, inferior siempre en el centro del campo y que dejó abierta una incógnita para el decisivo partido de la Eurocopa del 12 de noviembre en Holanda. Menos mal que la próxima semana Eire nos puede echar una mano anticipada en Dublín frente, a nuestros siguientes rivales.
Miguel Muñoz deberá corregir a fondo la prueba que hizo ayer en el amistoso contra Francia. Por ejemplo, la primera media hora. Si no lo hace, puede ser un desastre. Anoche el resultado final sólo fue una anécdota agraciada, pero pudo ser dramático o ridículo. España, en 30 minutos, tiró una sola vez a puerta y gracias a un precioso túnel previo de Carrasco en jugada individual. El resto, se dedicó a dejar sentados en faltas a los rivales, que se les escaparon, no obstante muchas veces más y merecieron marcar. Menos mal que Goiko pasó casi inadvertido después de tanta campaña, al lado de los debutantes Nimo y Güerri, por ejemplo.
La cosa se empezó a arreglar en el último cuarto de hora de la primera parte cuando se tomó algo la iniciativa, aunque quizá aprovechando un respiro de Francia. Pero anteriormente se vio en el césped del Parque de los Príncipes todo un tratado de como no sirve de nada plantear un partido con un esquema más ofensivo, de 4-3-3, si no se aprovecha la teórica superioridad numérica atacante frente al 4-4-2 rival y, en cambio, se va a la deriva al ser inferior en el crucial centro del campo. Porque aunque el 4-3-3 español se convirtió en un 3-4-3 al subir Camacho al medio del terreno para emparejarse con Ferreri, no dejó de ser otro marcador como Señor sobre Platini, Gordillo sobre Fernández o Güerri sobre Lemoult. ¿Quién dirigía el equipo? Sólo en ese cuarto de hora aparecieron un poco Señor y Gordillo, que dieron, además, dos balones de gol a Carrasco y rompieron el curso de un partido con demasiado sentido único.
Francia comenzó arrolladora y únicamente la serenidad de Maceda, que se interpuso a un tiro de Platini a los seis minutos y en varios cortes más, impidió el tanto. Santillana, en lugar de cabecear como delantero, tuvo que despejar en los córneres y ponerse dos veces junto al poste ante el peligro, ayer no consumado, de las faltas del especialista francés. Pero es que tampoco podía hacer nada delante al no existir los contraataques españoles por falta de alimento elemental. Los franceses, ya superiores en colocación, se adelantaron, incluso, en todos los balones.
La esperanza del final de la primera parte comenzó confirmándose en la segunda (aunque lo haría sorprendentemente al final) pero duró bien poco tiempo. Si España lograba imponer su ritmo en el juego de ataque podía lograr ventaja. Pero el gran pase de Santillana a Rincón, a los cuatro minutos, que obligó al debutante Bats a interceptar el centro-tiro del bético, pareció el cerrojo definitivo a las aspiraciones hispanas. Camacho pasó a central y Quique entró en el centro del campo, y todo siguió igual. Tresor, junto a los dos laterales, nuevos internacionales también, no tuvieron excesivos problemas ante un ataque desordenado y demasiado individualista. El líbero confirmó su categoría al celebrar su plusmarca francesa de 64 partidos con la selección.
Platini, director de orquesta desde el principio, lo fue aún más tras el descanso cuando Señor se despreocupó de su marcaje y el gol francés, aunque tardío, fue justísimo. Francia pudo marcar en varias ocasiones más, pero empató a España, que incluso pudo hacerlo antes si Santillana no se hubiese entretenido en el mismo punto de penalti, tras pase de Carrasco, un hombre insustituible. Ayer no falló el resultado y quizá tampoco los hombres, pero sí el esquema, pues hace falta de verdad un ordenador. Como a Platini no se le puede fichar, no parece lógico desperdiciar a Señor en marcarle si ya con eso no tiene más capacidad de crear juego. Lo increíble del fútbol es que la única vez en que España lo practicó totalmente, con Señor ya de lateral derecho, al entrar Salva por el lesionado Nimo, vino la igualada. Pero antes, Arconada volvió a ser como en la Real, un muñeco del pim, pam, pum, y Camacho sacó un balón cuando ya entraba.
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