La oposición filipina acusa a Marcos del asesinato de Aquino
La oposición filipina ha acusado al presidente Ferdinand Marcos de ser el responsable del asesinato de su principal rival político, Benigno Aquino, atentado que "parece una ejecución", según un portavoz de la Organización Nacionalista Democrática Unida, el grupo político al que pertenecía Aquino. Soldados fuertemente armados custodiaban ayer el palacio presidencial y el Ejército, por su parte, ocupaba la universidad de Manila.Avisos de bombas, cortes de energía eléctrica, informaciones sobre un eventual restablecimiento de la ley marcial, sumado todo ello a la férrea censura de radio y televisión, daban pábulo a los más alarmistas rumores en una ciudad que se sentía inerme ante las informaciones que hablaban de que un golpe de Estado había derrocado a Marcos, de que el presidente había fallecido o de que se encontraba en estado de coma.
El propio Ferdinand Marcos tuvo que comparecer ante la televisión para desmentir esos rumores y rechazó toda responsabilidad en el asesinato, acusando a la oposición filipina de intentar aprovechar esta muerte para desacreditar al régimen. Interrogado por varios periodistas, Marcos dijo que estaba "sorprendido" por el asesinato del líder de la oposición.
El hecho de que Marcos no hubiera sido visto en público desde tiempo atrás y de que sus declaraciones, realizadas tras el asesinato de Aquino, fueran leídas por los locutores de la radio y de la televisión levantaron nuevas sospechas entre la oposición.
La precaria salud de Marcos, que ha sido hospitalizado en diversas ocasiones en el curso de los últimos años, fue una de las razones por las que Aquino había decidido volver a Filipinas, a pesar de las advertencias constantes recibidas sobre la existencia de un compló para poner fin a su vida.
"Aquino temía que, si esperaba Marcos podía morir dejando una situación que desembocase en un golpe de Estado militar o en un fortalecimiento de la guerrilla comunista", manifestó en Boston, Ernesto Maceda, ex senador y estrecho colaborador de Aquino.
El líder de la oposición, asesinado, en unas declaraciones que publica en su último número el semanario norteamericano Newsweek, señaló que era consciente del peligro que corría su vida al querer volver a su país ("allí me espera una condena a muerte") y que estaba deseando "enfrentarse al asesino". "Hace tiempo que acepté la posibilidad del asesinato como un riesgo del servicio público" afirmó Aquino, quien añadió que creía que sería inmediatamente detenido a su vuelta a Filipinas. Benigno Aquino, que vivió los últimos tres años exiliado en Estados Unidos, se proponía intentar abrir un diálogo con Ferdinando Marcos y llegar a un compromiso que hiciera posible la vuelta de las instituciones democráticas, suspendidas por el actual presidente filipino en 1972.
Manila era ayer una ciudad anonadada y semiparalizada. La gente se precipitó a los bancos piara retirar su dinero y vació tiendas de ultramarinos y supermercados para hacer acopio de alimentos.
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