Bernardo, el segundo emigrante belga del Madrid
El Madrid se fue a Bélgica con 160 millones para fichar a un emigrante de lujo, Juan Lozano, y ha encontrado en la pretemporada a un segundo belga, una esperanza que cumple 23 años el 14 del próximo mes, que se llama Alberto Bernardo Murcia, y que se ha convertido en la revelación madridista. Bernardo ha sido una especie de oasis en medio del desierto de una pretemporada triste y polémica. Hijo de emigrantes asturianos, nació en Lieja, vivió en la ciudad belga hasta los 16 años y él través de "un tío de un amigo mío" el Madrid supo que existía y le fichó para sus juveniles hace siete temporadas.
Lozano recaló en Bruselas a los nueve años y. se hizo futbolísticamente en Bélgica. Bernardo nació en Lieja y regresó a España para formarse en la cantera madridista. Bernardo es hijo único. Su padre, Emilio, trabajó durante 12 años en una mina cerca de Gijón, y como tantos otros españoles emigró a Europa, en el 60, en busca de mayor fortuna. Otros 15 años en la mina, ya en Lieja, y la vida normal de un niño que acude al colegio y que comienza a darle patadas al balón en el equipo del pueblo donde vive, Herstal, prácticamente un barrio que sirve de prolongación a Lieja. Siempre como centrocampista, Bernardo destaca pronto por su capacidad pulmonar, por su continuo ir y venir de arriba a abajo del campo. El Standard de Lieja se interesó por él, pero su futuro, y el de sus padres, tomó un rumbo distinto, España.Mariano Sotillo, tío de un compañero de Bernardo, escribe un buen día una carta al Madrid. "En Lieja hay un chavalito español que destaca", asegura, y el ex gerente del club, Antonio Calderón, realiza los trámites oportunos para conocer a ese emigrante que puede llegar en el futuro a ser jugador madridista. Le pagan el billete a Madrid al chaval y a su padre, se le realizan unas pruebas y se le ficha. La familia regresa a España y se instala en Guadalajara, donde Bernardo sigue viviendo con sus padres, Emilio y María Josefa. "Hemos pasado lo nuestro", afirma su madre. Bernardo tiene entonces 16 años y el Madrid le paga una pensión de 15.000 pesetas, otras 5.000 para estudios e idéntica cantidad para sus gastos.
Tres años en el juvenil, dos cesiones, al San Fernando y al Alcalá, y la última temporada en el Castilla. Es Amancio quien le da toda su confianza y el chico responde. En sus vacaciones de Gijón le comunican que debe hacer la pretemporada con la primera plantilla, y Bernardo aprovecha las dos oportunidades que le concede Di Stéfano para convertirse en la revelación del equipo. Al igual que el lateral Chendo, va a quedarse en el Madrid. Ambos tienen una ficha que apenas llega a las 650.000 pesetas. Sólo le preocupa estos días las críticas a un magnífico compañero, y jugador al que algunos no saben valorar, Angel, por aquello de que puede ocupar su posición en el campo. Queda por concretar como se tramitará su ficha en la Federación. Lozano, por ejemplo, está inmerso en la circular 32 de la temporada 78-79, por la que al no llevar diez años en España debe jugar como oriundo Bernardo llegó al fútbol español hace siete años, y en principio no está incurso en esta circular aunque la Federación estudia estos días su caso para pronunciar se oficialmente.
El Madrid partió ayer hacia Mallorca, donde jugará mañana frente al Brighton el primer partido del torneo de Palma -el sábado jugarán Mallorca y Vasas- Son bajas Gallego -operado de apendicitis-, Stielike -que piensa ya que le examinen médicos alemanes si al final debe pasar por el quirófano-, Bonet -sigue en recuperación-, y Juan José, Fraile, Miguel Angel, Ito y Pineda. La lista la forman: Agustín, García Remón, Chendo, San José, Metgod, Camacho, Angel, Del Bosque, Lozano, Bernardo, Salguero, Juanito, Santillana Julio, Cholo e Isidro.
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