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Athlétic y Real Madrid abren esta noche la 38ª edición del Teresa Herrera

Manuel Rivas

Las entradas de tribuna para la final rondan ya en la reventa las 12.000 pesetas y a los jugadores del Real Madrid, con rostros fatigados a su retorno de Italia, los han llevado en volandas por los pasillos del Atlántico una corte de aficionados, mientras el director del hotel trataba de poner orden ante la inusitada invasión. Son dos signos que preludian un éxito económico y de ambiente en esta 38ª edición del Teresa Herrera, torneo que tiene a gala mantener el tipo y el estrellato, siendo decano, en el espectro mayoritariamente decadente de las competiciones veraniegas. Campeón y subcampeón de la Liga 1982-83 son los protagonistas esta noche de la expectación de los aficionados.

El Teresa Herrera, organizado por el ayuntamiento coruñés, mueve un presupuesto de 69 millones de pesetas, 2,5 le cuesta el propio trofeo, una monumental torre de Hércules realizada con arte de plateros. El equipo que más se cotiza es el Real Madrid, que se embolsará 17 millones de pesetas, por 15 el Peñarol de Montevideo, 9 el Athlétic de Bilbao y 8 el Dínamo de Kiev, vencedor de la pasada edición. Los beneficios calculados son de 12 millones, que se destinarán a la promoción del fútbol modesto y a proyectos de asistencia social.Las fechas y las características del veraneo gallego hacen de este torneo un acontecimiento social, presencia asegurada en los graderíos de personalidades de la política y el deporte, que suelen complementar el seguimiento de los regates futbolísticos con tertulias de pretemporada en otros ámbitos.

Athlétic de Bilbao y Peñarol, por un lado, y Madrid y Dínamo, por otro, comparten sendos hoteles, a muy escasos metros, y con la bahía coruñesa de fondo. Hoy a mediodía el ayuntamiento ofrece la tradicional recepción a todos los participantes, y a las ocho y media de la tarde, los dos equipos españoles abrirán el fuego para decidir uno de los finalistas. Equipos titulares y la posibilidad del desquite permiten aventurar un buen espectáculo.

El partido de esta noche acapara el máximo interés con el entrentamiento de campeón y subcampeón de Liga. El Athlétic presentará su equipo de gala, lo que no realizó habitualmente en este tipo de torneos las temporadas precedentes. El título de Liga y la consiguiente elevación de la cotización económica obligan a Clemente a dejar las pruebas con los suplentes para mejor ocasión. Si ganan la organización les dará un premio extra de un millón de pesetas.

En cuanto al Madrid, el Teresa Herrera es su segundo ensayo de pretemporada. El primero no resultó positivo, con el último puesto del torneo de Udine. El equipo madridista suscita varias incógnitas, desde la segunda oportunidad para entrar en el esquema del equipo por parte de Juan Lozano, hasta los problemas que van a presentarse con sus dos extranjeros, Stielike -que no estará- y Metgod, en el transcurso de la temporada, por causas tan dispares como las lesiones del alemán -al que se le renovó por dos temporadas-, y el hecho de que Metgod -al que se le hizo un contrato por cuatro temporadas el año pasado- no convence a Di Stéfano.

Mañana, el Peñarol, que trae en su equipaje el campeonato de Sudamérica y de la Intercontinental (aunque este año perdió la final de la Copa Libertadores con el Gremio), con la aureola de Fernando Morena, "el hombre que más goles ha metido en la historia del Uruguay", tendrá enfrente a un Dínamo, con Blokhin de director de orquesta, que parece moverse como pez en agua en La Coruña. Es solo una metáfora: el césped del Riazor, a pesar del orballo, está impecable.

El palmarés del torneo registra siete triunfos del Real Madrid, tres de ellos consecutivos en los años 1978, 1979 y 1980. El Dínamo de Kiev, vencedor en las dos últimas ediciones con un fútbol práctico y a veces espectacular, podría igualar el récord de tres victorias sucesivas madridistas. El equipo soviético se presenta como ganador de las dos últimas ediciones.

El Athlétic, que inauguró el torneo en 1946 perdiendo ante el Deportivo de La Coruña -Zarra marcó el primer gol-, fue el ganador en el año 1947, ante el Vasco de Gama, y el Peñarol también saboreó las mieles del éxito dos años consecutivos, en el 74 y 75.

Lozano, a un 30%

Juan Lozano jugó ya 61 minutos con el Madrid. En Udine dejó ver que sabe de qué va esto, pero admite que "aún estoy a un 30% de lo que puedo rendir". Ha tomado conciencia de los dos problemas deportivos esenciales que deberá superar: adaptarse a "un esquema muy distinto, más lento aquí, en el Madrld, que en el fútbol belga", y mejorar "mi condición física". De otro tipo de polémicas dice pasar. "He olvidado todas las tonterías que se dijeron hace dos años sobre mí", pero no entiende cómo alguien nacido en Coria del Río debe jugar en su país con ficha federativa de oriundo, informa José Damián González.Ya ha empezado a conocer a sus nuevos compañeros en la concentración austríaca de Billaco. Y un poco más a fondo sobre el césped en esos 61 minutos del partido con el Udinese. Técnicamente posee calidad; "creo que domino bien el balón con ambas piernas, aunque mucho mejor con la derecha; veo el juego con facilidad y me gusta rematar a puerta, más colocado que fuerte". Pero va a encontrar obstáculos antes de alcanzar el nivel que él mismo se exige.

"En mi vida me habían pegado tanta leña como en estos días. Ha sido una pretemporada increíble, muy fuerte en la preparación física. Nunca había entrenado así. Al principio incluso tuve algunas agujetas. Menos mal que no me ha pillado de sorpresa, porque ya me lo había avisado Juanito. Además, también influyen los días de más que he tenido de vacaciones con respecto a mis compañeros".

En el terreno de juego también deberá cambiar de carrera. "En Bélgica actuaba como media punta, en la misma posición en la que me alineó Di Stéfano contra el Udinese, pero el esquema es muy distinto. Allí se juega más al balón largo, en profundidad, a los espacios libres hacia los puntas, que suelen ser hombres muy rápidos. El fútbol es más veloz. En el Madrid hay gente de más calidad, se domina mejor el balón, pero se juega al pase en corto, al pie del compañero, sin rapidez. Con partidos iré cogiendo forma y entrando en la táctica del equipo".

Lozano vive desde hace tiempo con su novia, Vicky, que permanece en Coria del Río con los padres del jugador, mientras encuentra apartamento en Madrid. Una ciudad en la que "hay mucho más tráfico que en Bruselas". Para hacer más llevadero este pequeño o gran detalle circulatorio, el jugador ha cambiado el Porsche que le regalaron cuando fichó por el Anderlecht por un Mercedes.

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