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El PSOE prepara una 'ofensiva política' para lograr mayor implantación social

La coordinación de la política del partido con las del Gobierno y el grupo parlamentario, y con la actividad sindical, constituye actualmente la máxima preocupación del PSOE, que considera haber superado ya la fase de "reestructuraciones y titubeos", según dijeron a este diario miembros de la ejecutiva socialista. El inicio de una nueva fase, que prácticamente coincidirá con el cumplimiento de los primeros cien días del Gabinete socialista en el poder, supondrá la puesta en marcha de una ofensiva política en todos los terrenos, en especial en lo referente a la implantación del PSOE en la sociedad española.

Esta preocupación por realizar una política más unitaria, en la que no exista la descoordinación algunas veces observada entre las actividades del partido y las que puedan mantener el Gobierno, el grupo parlamentario y has ta la propia UGT quedó de manifiesto en la última reunión de la ejecutiva el pasado viernes. A esta reunión, oficialmente consi derada "una más", asistieron e presidente y el vicepresidente del Gobierno, que son miembros del órgano directivo socialista, pero que no siempre están presentes en sus encuentros.Aparentemente, los dirigentes del partido y del Gobierno estarían tratando de elaborar un mecanismo de poder similar al ideado por el entonces vicepresidente, Fernando Abril, con su teoría de las tres ruedas de UCD: Gobierno, partido y grupo parlamentario. En el caso actual, el aparato del poder uniría una cuarta rueda, coordinada con las otras tres: el aparato sindical. "Pero todo ello dentro de una implantación en la sociedad que jamás tuvo UCD", según uno de los responsables de la puesta en marcha de la ofensiva política que se delinea.

Pedro Bofill, portavoz oficial del PSOE, destacó como nota sobresaliente de la última reunión de la ejecutiva socialista el decidido y entusiasta respaldo del partido a la medida gubernamental expropiando las empresas del grupo Rumasa. Ello significa un paso más en la estrategia, ya delineada por el Comité Federal socialista a comienzos de este mes, de apoyo incondicional del partido a la labor del Gobierno. El PSOE ha rechazado definitivamente el modelo francés, que convierte al partido en elemento de crítica constructiva a las tareas del Ejecutivo.

Similar papel de apoyo no crítico se reservaría al grupo parlamentario, ante el que el Gobierno debe presentar, para su previa discusión, los borradores de los proyectos de ley, antes de su envío a las Cortes. Con ello se trata de evitar cualquier distanciamiento entre los diputados y senadores socialistas y el banco azul al que sustentan. Este distanciamiento, en el caso de UCD, precipitó la caída de Suárez y supuso el comienzo de la desintegración del partido, un ejemplo que los socialistas tratan de evitar a toda costa.

Coordinación con UGT

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Sin embargo, son las relaciones con UGT lo que más parece preocupar en la actualidad tanto al Gobierno como al propio PSOE. Un buen ejemplo de las razones para esta preocupación serían las palabras pronunciadas el viernes por el secretario de la Federación de Banca de UGT, Justo Fernández, quien consideraba una injusticia que volviesen al sector privado los bancos de Rumasa expropiados, y señalaba que "el compañero Felipe" debía pensar muy bien las promesas que hacía.La ejecutiva del PSOE creó en su última reunión una comisión de enlace y coordinación con UGT, integrada por Manuel Chaves, Carmen García Bloise, Enrique Múgica y José María Benegas. Unión General de Trabajadores creará una comisión semejante, siempre con el propósito de evitar discrepancias serias entre las políticas oficial y sindical. Paralelamente, ambas comisiones trasladarán al Gobierno información sobre la reestructuración y la situación laboral en los diversos sectores de la economía.

La Conferencia de Organización del PSOE, que se celebrará los días 11 y 12 de marzo -prácticamente coincidiendo, por tanto, con el fin de los primeros cien días de mandato del equipo de Felipe González-, debe significar el inicio formal del relanzamiento. De acuerdo con el documento reservado elaborado por Carmen García Bloise y el equipo que prepara la conferencia, se trata de "ajustar y desarrollar" los mecanismos y procedimientos del partido ante la nueva situación. Para lograr una mayor implantación e influencia del PSOE en la sociedad, se crean las figuras del adherente, simpatizante o amigo del partido; se fomenta la participación de las mujeres -que cubrirán al menos el 15% de los puestos en todas las listas-, y se potenciará una mayor participación de los afiliados de UGT "mediante su inscripción como adherentes al PSOE sin necesidad de pagar el bono anual" correspondiente.

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