'Andy' Una crónica tierna

No gustó en el festival de Cannes de 1965 esta película norteamericana que se presentaba con todos los honores en la semana de la crítica. Aquel año se descubría el cine de Skolimosvki, Lester, Wajda, Godard (de quien se premió Alphaville, Polanski (de quien se destacó en el palmarés su famosa Repulsión) y, en ese conjunto, poco tenía que hacer una película planteada en lenguaje clásico -más aún: con estética televisiva- que se dejaba llevar por el camino de la ternura.Andy fue dirigida por Richard C. Sarafian, artesano de la pequeña pantalla que realizaba en esta ocasión su segundo largometraje. No son muchos los que rodó después, aunque aún permanezca en activo. Narró en esta obasión la historia de un retrasado mental que deambulaba por las calles de su ciudad en espera de ser conducido a un establecimiento especializado, al que finalmente no irá nunca.

La edad del protagonista, 45 años, eliminaba la fácil ternura que en un personaje de menos edad hubiera comunicado inmediatamente. Sin embargo, Sarafian insistió en ella tratando de queia el espectador se emocionara con el desvalimiento de su personaje.

Imposibilidad estética

Algunas referencias al neorrealismo italiano e incluso al verismo norteamericano se mezclaban en Andy sin que la película, a juzgar por los críticos presentes en aquel festival de Cannes, lograra una unidad estilística atractiva. Quedaba, eso si el eficaz tono de las películas rodadas con medios y experimentados profesionales. En este sentido se manifestaba, por ejemplo, César Santos Fontenla cuando escribió que "ese saber hacer de los americanos hace resaltar aún más la ingenuidad de los planteamientos y el afán de trascendencia a base de falsa simplicidad".Los intérpretes participaron con entusiasmo de la narración y, contra ello, no hubo crítica negativa alguna. Eran, y siguen siendo en su mayoría completamente desconocidos: Norman Alden, Tamara Daykarhonova, Zvee Scooler y Judith Larvy.

Andy se emite hoy a las 15.35 por la primera cadena.