Aileen Quinn,

de 12 años, protagonista de la película musical Annie, dirigida por John Huston, dice que le gustaría ser actriz durante toda la vida, aunque de momento no se siente una estrella de cine. Ayer asistió a un pase especial de su película en un cine de la capital de España, donde próximamente se estrenará el filme, pero ya está inquieta la pequeña pelirroja Aileen por volver a sus Estados Unidos, vía Hamburgo, donde esperará con cierta impaciencia que llegue el día 13 de este mes, porque entonces cantará y bailará para el presidente Reagan en una fiesta organizada por la Casa Blanca. La Annie cinematográfica, que cuando aparece en público esconde su larga melena morena debajo de una peluca de rizos por exigencias de la publicidad se considera una chica normal a la que le gustan los perros, los juegos eléctricos y el cine cómico y de aventuras. Tampoco es una niña envidiosa puesto que le parece bien que Carmen Pascual, la Annie española que ha representado este mismo personaje en el teatro, haya doblado su película, no sólo la letra, sino también los sones de su música. El filme se exhibió anoche en una sesión especial en un céntrico cine madrileño, con el fin de recaudar fondos para la campaña de lucha contra el cáncer. A la sesión asistieron las infantas Elena y Cristina.