Un médico ajeno al club curó a Maradona
"No me arrepiento de nada de lo que he hecho. Puedo asegurar que, si volviera a caer lesionado, me comportaría de la misma forma. Yo continúo confiando en los médicos del club, pero si no mejoro con su tratamiento, volveré a llamar al doctor Rubén Oliva. Y si Oliva no me cura, buscaré a otro médico. Estoy aquí para jugar y ayudar al triunfo del Barcelona". Las declaraciones del Maradona hay que situarlas en el contexto de los últimos días. El crack argentino, que fue baja el sábado 25 de septiembre en el partido ante el Zaragoza, fue visitado cuatro días después por el doctor argentino Rubén Oliva, después de que los médicos del club erraran su diagnóstico al considerar que Diego padecía rotura de fibras en su muslo izquierdo.Oliva, que conoce a Maradona desde hace muchos años y que ha sido su médico en la selección argentina, sabía que Dieguito sufría molestias en el nervio ciático, producidas por el pinzamiento de las últimas vértebras.
Oliva viajó el pasado 29 de septiembre a Barcelona y visitó al jugador en su casa. El doctor argentino comentó con Maradona y su manager, Jorge Czysterpiller, que "efectivamente, se trata de la misma lesión de siempre". Después de dejarle un tratamiento, Oliva regresó a Milán donde, desde 1972, posee un prestigioso consultorio. El miércoles pasado, al comprobar que Czysterpiller no daba señales de vida, Oliva comunicó telefónicamente coq la casa del jugador argentino y allí le dijeron que "Diego no mejora y está siguiendo el tratamiento de los médicos del club". Oliva no se lo pensó dos veces y el viernes a mediodía volvió a casa de Maradona.
Al día siguiente, Maradona realizó una serie de ejercicios en el jardín de su casa ante la mirada del doctor argentino. Minutos después, y tras comprobar el buen rendimiento del jugador, Oliva recomendó a Jorge Czysterpiller que llamara al doctor Carles Bestit, del FC Barcelona, "porque no me gustaría quedar como un curandero milagroso. Estas cosas hay que hacerlas con delicadeza". Bestit se personó poco antes del almuerzo en casa de Dieguito y comprobó que, efectivamente, el jugador no padecía rotura de fibras en el muslo izquierdo. El mismo médico del Barga organizó, tras comunicar con el vicepresidente del club, Joan Gaspart, una reunión, dos horas antes del inicio del partido frente al RCD Español, en el vestuario del Camp Nou. A las siete de la tarde, Maradona, Udo Lattek y Joan Gaspart se dieron cita en el vestuario del Barça. Diego le dijo a Lattek que "me encuentro bien; si me necesita me tiene a su servicio". Lattek, que era consciente de que el partido era complicado -como quedó demostrado posteriormente sobre el césped- le dijo a Maradona que lo tendría en el banquillo y que jugaría en caso de que fuera necesario.
En el descanso del encuentro (00 en el marcador), Lattek le dijo a Maradona que saldría. Diego jugó de forma muy gris, pero realizó una excelente jugada, cuyo centro significó el gol del triunfo blaugrana, tras el remate de cabeza de Marcos.
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