La francesa Michele Mouton, segunda en el mundial de 'rallies'
La francesa Michele Mouton ganó la pasada semana el Rally de Brasil, puntuable para el campeonato del mundo. Era la tercera carrera que ganaba la piloto francesa esta temporada. Tres victorias frente a los mejores especialistas mundiales, incluidos el alemán occidental Walter Rohrl, el finlandés Hannu Mikkola y tantos otros pilotos absolutamente consagrados. Con sus triunfos de esta temporada, la francesa Michele Mouton, a sus 31 años recién cumplidos, se ha convertido en el noveno piloto de la historia del mundial de rallies en cuanto a número de victorias. En un deporte tan machista como es el automovilismo, la francesa, acogida al principio con no poco escepticismo por sus rivales, es hoy día un piloto más.Michele Mouton comenzó su actividad como copiloto cuando ya tenía veintidós años de edad. Pero una temporada después, tras haber aprendido algo de la técnica especial de los rallies, Michele Mouton pasó a conducir y conquistó, durante dos años consecutivos, el Campeonato de Francia de la especialidad.
Mientras se afirma como piloto, las carreras nacionales se le van quedando pequeñas y decide lanzarse a la conquista del Campeonato de Europa, en el que triunfa regularmente en la clasificación especial para damas que existe en todas estas pruebas -ya antes había ganado la Copa de Damas del Rally de Montecarlo-.
Posteriormente, al crearse el equipo oficial Audi, los técnicos alemanes occidentales deciden crear un equipo formado por el firilandés Hannu Mikkola y la francesa Michele Mouton. El coche, un Audi Quattro, es todavía experimental, pero la tracción a las cuatro ruedas y el resto de sus cualidades permiten esperar grandes éxitos del nuevo vehículo.
Para la francesa, este coche le permitirá convertirse en lo que es en la actualidad. Una piloto sin discriminación de sexo, que compite con los hombres de igual a igual y que puede ganar cualquier carrera como cualesquiera de sus rivales.
Después de ganar el Rally de Portugal, una de las pruebas más duras y difíciles del mundial, Michele Mouton se permitió decir que, a partir de entonces, habría que ir pensando en crear clasificaciones especiales para los hombres. Alarde de presunción aparte, esta francesa que se permite pintarse las uñas y arreglarse con coquetería una vez terminado el último tramo especial de velocidad, antes de llegar a la meta donde le espera el triunfo, ha venido a romper el tradicional machismo que ha imperado en los rallíes, desde sus comienzos.
Sus victorias de este año le han permitido a Michele Mouton no sólo encaramarse hasta el noveno puesto de toda la historia del mundial de rallies, sino colocarse en segundo lugar de la clasificación provisional de esta temporada, con claras probabilidades de desplazar al alemán occidental Walter RohrI. En Brasil, su última victoria por el momento, la francesa dominó al principio, para retrasarse más tarde por culpa de una penalización. Poco a poco, la Mouton recortó la desventaja que tenía con Walter RohrI, hasta llegar a superarle cuando, al final de los cuatro días de carrera, el Opel Ascona del alemán tuvo un fallo eléctrico que le costó perder algún tiempo.
Cuando sólo faltaban dos pruebas especiales de velocidad, Rohrl se lanzó a un ataque a la desesperada para recuperar la primera posición. El alemán está considerado como el piloto más rápido del mundo, así como uno de los más seguros, pues rara es la carrera en la que, por un error suyo, sufre un accidente. Pero, al intentar superar a cualquier precio a la francesa, a base de ir por encima de su propio límite, Walter Rohrl sufrió un accidente que le anuló definitivamente cualquier posibilidad de victoria.
Una vez más, Michele Mouton había ganado. Una vez más, la francesa había demostrado ser un piloto más de entre los escogidos, de entre los ocho o diez mejores del mundo que corren el mundial. Un mundial de rallies, donde el sexo ya no importa para ganar.
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